Tal como lo anticipó La Voz, un equipo liderado por el cordobés Gabriel Rabinovich develó un misterio de las células inmunológicas, abriendo un camino revolucionario para futuras terapias contra el cáncer y enfermedades autoinmunes. Fue elogiado por colegas cordobeses.
Su trabajo de décadas ha culminado en un anticuerpo capaz de “reprogramar” células que, paradójicamente, ayudan a los tumores a crecer, marcando un hito de impacto internacional desde Argentina.
En 2023 fue nominado por La Voz como Personalidad Destacada del Año.
¿Quién es Gabriel Rabinovich, el cerebro detrás del avance?
Gabriel Rabinovich es un bioquímico y Doctor en Ciencias Químicas, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), nacido en barrio Villa Cabrera en 1969. Desde joven, mostró un gran interés por la biología y la química, una pasión que se forjó, en parte, al interactuar con el público en la farmacia de sus padres.
Actualmente, es Investigador Superior del Conicet, Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y director del Laboratorio de Glicomedicina del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, Conicet-Fundación Ibyme). Rabinovich también ocupa el cargo de vicedirector del Ibyme y es profesor visitante en diversas universidades internacionales. Su destacada trayectoria lo ha posicionado entre el 2% de los científicos más citados del mundo, según la Universidad de Stanford.

La serendipia que marcó un antes y un después: la Galectina-1
La extraordinaria carrera de Rabinovich comenzó en la primera mitad de la década de 1990, durante su tesis doctoral en la UNC. En un giro inesperado, casi por “serendipia”, descubrió la proteína Galectina-1 (Gal-1). Este hallazgo fortuito ocurrió al probar anticuerpos de conejo que había guardado en el congelador de la casa de su madre, los cuales había generado previamente en un laboratorio que estudiaba la retina del pollo.
Gal-1, una proteína de unión a azúcares, ha sido descrita por Rabinovich como una molécula con dos caras, el “Dr. Jekyll y Mr. Hyde” del sistema inmune:
- En el cáncer (Mr. Hyde): Los tumores producen altos niveles de Gal-1. Esta proteína actúa como una cómplice del tumor, eliminando los linfocitos que deberían atacarlo. Además, la Gal-1 estimula la angiogénesis, el proceso mediante el cual los tumores forman nuevos vasos sanguíneos para nutrirse y crecer, facilitando también la metástasis. Se ha demostrado que cuanta más Gal-1 tenga un paciente, peor es el pronóstico, lo que le confiere un valor diagnóstico importante.
- En enfermedades autoinmunes (Dr. Jekyll): En contraste, la Gal-1 cumple un papel beneficioso al frenar respuestas inmunológicas exacerbadas, evitando que los linfocitos dañen los propios tejidos del organismo. Su administración ha mostrado efectos terapéuticos en modelos de artritis, esclerosis múltiple y otras enfermedades autoinmunes, al eliminar los linfocitos “sobrantes” que causan daño.
Un avance mundial en la lucha contra el cáncer: reprogramando células “malas”
El último hito del equipo de Rabinovich, publicado recientemente en la prestigiosa revista Immunity de Cell Press, radica en desentrañar los mecanismos de acción de las células mieloides supresoras (Mdscs). Estas células, que se originan en la médula ósea y normalmente deberían proteger el cuerpo, pueden transformarse y, en lugar de combatir el cáncer, inhiben la acción de los linfocitos y favorecen el crecimiento del tumor.
Para frenar este avance, los científicos argentinos desarrollaron un anticuerpo monoclonal neutralizante (anti Gal-1) que bloquea la acción de la Galectina-1. De esta forma, lograron reprogramar estas células mieloides supresoras “malas” para que vuelvan a funcionar como células inmunológicas protectoras contra el tumor. Rabinovich explicó a “La Voz” que “El anticuerpo evita la acción de Gal-1 de transformar esas células buenas en malas. Logramos reprogramar esas células y hacerlas ‘buenas’ de nuevo con el anticuerpo”. Este descubrimiento aporta “nuevas perspectivas terapéuticas” para el futuro tratamiento del cáncer.
De la ciencia básica al paciente: Nace Galtec
Con el objetivo de traducir sus descubrimientos de décadas en tratamientos concretos para los pacientes, Rabinovich fundó Galtec en 2023. Esta empresa biotecnológica de base tecnológica, con inversión público-privada, busca generar productos biofarmacéuticos, como el anticuerpo anti-Gal-1, para brindar más oportunidades a los pacientes.
El estudio se encuentra en “fases preclínicas” avanzadas, y se espera que los ensayos clínicos en humanos (“first in human”) comiencen en uno o dos años. La elección inicial para estos ensayos será el cáncer colorrectal, uno de los tumores más frecuentes y letales, que ha mostrado un aumento en pacientes menores de 50 años. Sin embargo, la investigación también abre la puerta a su aplicación en otros tipos de tumores como la mielofibrosis, cáncer de mama, de piel y de pulmón. La visión es que el anticuerpo anti-Gal-1 pueda suplantar la necesidad actual de combinar varios fármacos oncológicos.
Reconocimiento global a una trayectoria de décadas
Gabriel Rabinovich es un científico multipremiado, cuya trayectoria ha sido reconocida a nivel nacional e internacional con numerosas distinciones:
- Premio Konex de Brillante (2023): El máximo galardón de la Fundación Konex, que lo posiciona como el referente más destacado de la ciencia argentina en la última década.
- Hakomori Award (2025): La distinción más importante de la International Glycoconjugate Organization (IGO), y uno de los dos premios más destacados a nivel global en el campo de las glicociencias.
- Karl Meyer Lectureship Award (2022): Otorgado por la Society for Glycobiology, la otra gran organización de glicobiólogos a nivel mundial.
- Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (desde 2016), de la Academia Nacional de Ciencias Argentina (2011) y de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO, desde 2022).
- Ha recibido múltiples Doctorados Honoris Causa de universidades en Argentina y Uruguay.
Rabinovich enfatiza que “un científico no construye solo, siempre es colectivo”, atribuyendo sus logros a la colaboración y al apoyo de su equipo y colegas.
El futuro: ensayos clínicos y proyección internacional
El objetivo más cercano de Rabinovich y su equipo es testear su descubrimiento en ensayos clínicos, con la expectativa de que, tras las aprobaciones regulatorias, pueda llegar a pacientes con cáncer. El proceso de producción a gran escala de la medicación y el diseño del ensayo clínico “first in human” ya están en marcha.
A pesar de los desafíos y la diferencia de recursos con laboratorios de países centrales, Rabinovich ha decidido apostar por hacer ciencia en Argentina, porque cree firmemente en la capacidad del país para generar conocimiento original que pueda impactar en la salud local y, a su vez, internacionalizarse. Su visión es clara: “La finalidad última que tiene un científico es beneficiar a la humanidad”.