¿Alguien se imaginó alguna vez una iglesia de los Capuchinos hipercolorida en su exterior, en tonos llamativos como rojo, amarillo, ocre, negro y borravino? Pues bien, una restauración en curso convirtió parte del templo neogótico de barrio Nueva Córdoba en un festival de colores. La intervención alertó a curadores, arquitectos e historiadores del arte, que denunciaron la situación.
Dos veces la Municipalidad de Córdoba ordenó frenar la obra. Los restauradores acataron la segunda intimación, aceptaron efectuar cambios, presentaron una nueva propuesta y esperan que una comisión defina los criterios intervencionistas adecuados.

El municipio informó que la paralización de la obra se dispuso porque sus responsables no solicitaron autorización a las áreas Patrimonio Cultural y Planeamiento Urbano, y porque no se consideraron adecuados los criterios de intervención para poner en valor un edificio patrimonial (la iglesia posee categoría “alta” en el catálogo de inmuebles municipales, lo cual obliga a protegerla).
La Municipalidad y la Provincia están de acuerdo en la preservación estructural del templo (grietas, humedades), cosa que se sigue haciendo. Pero ponen reparos sobre los colores. De hecho, el municipio plantea “incompatibilidad” en las tonalidades usadas.

Manuel Ortega, director de Cultura y Patrimonio municipal, dijo: “Cuestionamos los métodos usados en la aplicación de colores en la fachada y ordenamos frenar porque se trata de patrimonio cultural; sí dejamos que siguieran con la refacciones generales”.
Fernando Blanco, titular de Patrimonio provincial, indicó: “Sobre la preservación de la iglesia no hay discusión, pero los colores no se pusieron en consideración”.
Las obras están a cargo del arquitecto Javier Correa y un equipo amplio contratado por autoridades de los Capuchinos. Incluyen exteriores, fachada y cubierta de techos, no el interior.

Correa aseguró que los colores usados “existían” y se fueron “decolorando” con el tiempo. “Hicimos estudios de laboratorio sobre la composición de la pintura encontrada y quisimos replicar esos colores”, manifestó Correa.
Pero técnicos municipales dijeron que el criterio de intervención es “polémico”, porque se usaron colores “muy subidos de tono”.
Ahora, el Consejo Asesor de Patrimonio municipal, creado por ordenanza 11.202, y las áreas Patrimonio Cultural y Planeamiento Urbano están evaluando cómo deberá continuar la obra y cómo sus responsables deberán reparar lo concretado. Es más, el Consejo Asesor sugirió contratar a expertos en restauración de iglesias.
Obra de un artista italiano

La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de los Padres Capuchinos está en Buenos Aires y Obispo Oro. Comenzó a construirse en 1926 y se inauguró, incompleta, en 1934. Fue diseñada y realizada por el artista e ingeniero italiano Augusto Ferrari, con estilo arquitectónico neogótico. En su frente, se caracteriza por tener una torre trunca. Pertenece a la orden franciscana.
Fue declarada “de interés municipal”, aunque no es monumento histórico nacional ni provincial.
En 2008, la iglesia de los Capuchinos fue elegida “primera maravilla cultural” de la provincia de Córdoba, tras un concurso organizado por La Voz del Interior.
En junio actual, el Arzobispado de Córdoba inauguró en el templo el primer Santuario Cristológico.

La curadora Marcela López Sastre opinó que es “un mamarracho” lo que se hizo. “Estamos espantados; hicieron un hidrolavado grosero, sacaron capas originales y pintaron con látex”, dijo.
La Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo está preocupada: pide una intervención conservadora, que respete los colores originales. “Susana Ferrari quiere que la restauración sea con los criterios de su padre, Augusto”, planteó López Sastre. Y exige “un diagnóstico urgente” de los materiales usados, para que se pueda ejecutar una revisión.
Correa está dispuesto a rectificar colores, a atenuarlos, por pedido del municipio. “Sugieren que bajemos la intensidad, la saturación; lo vamos a hacer”, confió.

“Primera maravilla cultural” de Córdoba
En 2008, La Voz del Interior y la Agencia Córdoba Turismo hicieron un concurso para que la gente eligiera los símbolos principales de la provincia de Córdoba. La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de los Padres Capuchinos fue la más votada y se designó "primera maravilla cultural".