“Iba a mi trabajo, eran las 5.45 aproximadamente, con una lluvia intensa, la calle en muy mal estado y visibilidad casi nula, con una velocidad de 35 km por hora como mucho. De golpe en el vado me apareció una mancha negra y no llegué a frenar, por suerte por ir tan despacio las consecuencias fueron leves. El pozo me tragó la moto”, contó Nicolás Galante (38).
Protagonizó un siniestro vial que podría haber sido mucho más grave cuando circulaba, como lo hacía todos los días, en moto, de su casa a su trabajo y fue “tragado” por un cráter que la intensa lluvia hizo aparecer sobre el vado de ingreso al barrio Santa Rosa del Río, en Santa Rosa de Calamuchita.
Recibió numerosos mensajes para saber cómo estaba e intentó contestar a través de sus redes. Y allí relató el singular episodio.
“Estoy dolorido, pero bien”, señaló el muchacho, el día siguiente del episodio, en diálogo con este diario. “Me despegué de la moto y por suerte quedé algo arriba del vado, sino hubiese sido bravo”, sostuvo.
La lesión más severa que sufrió fue una luxación en su hombro izquierdo, que le llevará un mes de recuperación. También sufrió un golpe fuerte en el antebrazo, codo y muñeca izquierda, y tiene dificultar para mover el brazo. Y golpes y raspones en sus piernas.

Reconoce que el casco, los guantes de protección y la baja velocidad contribuyeron a mitigar las consecuencias.
Nicolás contó que desde la Municipalidad se comunicaron con él y asumieron la responsabilidad que le compete por el mal estado del vado, que había sido “reparado” hacía pocos meses. La motocicleta, a su vez, registró averías menores. El rodado debió ser rescatado de la profundidad del bache.