La sombra de la espesa arboleda que durante años protegió a miles de turistas y vecinos del sol estival, será desde ahora sin costillas, ni vacíos ni chorizos cocinándose a fuego lento a la vera del río.
La determinación del municipio de Villa Carlos Paz generó una fuerte polémica en la comunidad entre quienes están a favor de que la gente llegue al sector con su comida para cocinar al fuego y los que prefieren otro tipo de turismo en esa zona clave de la ciudad,
Esta semana se concretó la operación de desmantelamiento de las instalaciones de mesas y asadores del balneario Playas de Oro, quizá el más concurrido de todo Córdoba. En verano, suele mostrarse repleto en días de sol.
Desde el municipio explicaron que la acción se enmarca en un programa integral de “revalorización ambiental y urbana” que apunta a recuperar las costas del río San Antonio y reconvertirlas en un corredor turístico, deportivo y recreativo.
Indicaron que “la medida forma parte de un programa integral que impulsa la Municipalidad de Villa Carlos Paz para recuperar ambientalmente las costas del río San Antonio y generar nuevos espacios de recreación, deporte y turismo”.
El director de Obras Privadas, Adrián Cocordano, confirmó que los asadores del sector serán retirados definitivamente y que no está prevista su reposición. Explicó que “la idea es generar una nueva recuperación ambiental del sector” y detalló que “en este tramo los asadores serán retirados, aunque se mantendrán en otras zonas, como Sol y Río”.
El funcionario agregó que el proyecto contempla la reconfiguración del corredor del río San Antonio, con senderos peatonales, nuevo mobiliario e iluminación, con el objetivo de integrar Playas de Oro al circuito de balnearios que ya se desarrolla en El Fantasio y Sol y Río.

“Hay que tener en cuenta que ya no se trata de balnearios aislados, sino de todo un corredor que se articula sobre el río”, señaló.
Además, el municipio envió al Concejo una ordenanza con beneficios fiscales para los frentistas del corredor, con el propósito de incentivar la recuperación patrimonial y ambiental de las propiedades ubicadas sobre la ribera.
Cocordano sostuvo que la intervención también busca mejorar la seguridad y el control en la zona. “Hay estructuras urbanísticas que quedaron en el tiempo y hoy no permiten un mejor control, ni municipal ni policial. Este nuevo diseño urbano posibilitará un desarrollo más seguro y ordenado”, explicó.
En la misma línea, el secretario de Gobierno y Vinculación Comunitaria, Juan Lucero, afirmó que el rediseño “apunta a aportar mayor seguridad” y a consolidar “una costa más sustentable y moderna”.
Reclamo por el trabajo perdido
La decisión no fue bien recibida por vecinos del sector que lamentan la desaparición de un símbolo del balneario y denuncian el impacto económico y social que tendrá la medida.
Marcelo Iriarte, excandidato a Defensor del Pueblo y referente de los vendedores ambulantes de Playas de Oro, aseguró que la demolición “marca el fin de una etapa” y sostuvo que “así se termina con la identidad de Carlos Paz”.

El dirigente señaló que “se termina una parte de la historia de la ciudad, de los ciudadanos que han venido a compartir con sus familias”, y cuestionó que la Municipalidad “deja atrás las fuentes de trabajo de vecinos que viven de esto, vendedores que están registrados en el municipio”.
Iriarte comparó lo ocurrido en Playas de Oro con otras intervenciones sobre el río San Antonio y consideró que “tal como hicieron con el balneario El Fantasio, así se termina con la identidad de una ciudad que compartía esta historia”.
La decisión generó en las redes sociales y en los medios comentarios de vecinos y de turistas de todo tipo: a favor y en contra de la innovación.


























