El Concejo Deliberante de Colonia Caroya aprobó esta semana por unanimidad una ordenanza que exige la obligatoriedad de instalar detectores de monóxido de carbono en todas las nuevas viviendas y locales comerciales que utilicen artefactos de combustión.
Estos aparatos deberán ser instalados en ambientes que utilicen artefactos con “llama abierta”, como termotanques, cocinas, calefactores sin salidas (infrarrojos).
Es el primer municipio cordobés que impone esta exigencia a las nuevas construcciones.
Los detectores de monóxido de carbono son aparatos simples que se colocan en lugares específicos y funcionan con batería propia. Cuando detectan niveles peligrosos de monóxido de carbono emiten una alarma para alertar a los habitantes del lugar.
El reglamento surgió ante la inmensurable cantidad de siniestros de intoxicación por monóxido de carbono. Un problema que ha causado dos tragedias en la ciudad; la pérdida total de dos viviendas, en lo que va del transcurso del año.

El concejal Adrián Zanier, con experiencia en la arquitectura, manifestó que lleva más de 20 años siendo testigo de casos que “duelen muchísimo” y que podrían haberse evitado. Zanier había presentado semanas atrás el proyecto de ordenanza.
Por esta razón, los ediles estudiaron el caso resolviendo que la aplicación de estos detectores es la mejor solución.
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La ordenanza aprobada establece que las viviendas y los comercios nuevos deberán tener dichos detectores obligatoriamente. En este sentido, la última etapa de edificación de obras (tanto de viviendas como comercios), no será aprobada en caso de incumplimiento con la normativa que exige la incorporación de estos detectores.
Por tal razón, se creará un sistema de control y fiscalización, a cargo de la Subsecretaría de Obras Públicas y Privadas encargada de revisar el cumplimiento de la normativa.
En caso de incumplimiento de la Ordenanza, por parte de comercios e instituciones públicas y/o privadas, las sanciones podrían incluir intimación para su adecuación, clausura temporal o parcial; sanciones administrativas; inhabilitación al otorgamiento final de obra.
El objetivo es “reducir significativamente el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono en las viviendas, comercios y cualquier otra actividad desarrollada dentro de espacios habitables, con permanencia o no de personas en Colonia Caroya, protegiendo la salud y seguridad de los residentes”.
Para las viviendas funcionales construidas desde hace años, Zanier indicó que el municipio seguirá promoviendo campañas de concientización y educación respecto al monóxido de carbono.
El objetivo de esta ordenanza es que los residentes tomen conciencia del riesgo y adopten medidas preventivas como la incorporación de estos detectores para proteger a sus familias:
“Esto es un tema de conciencia de quienes son cabeza de familias en una vivienda. Que están dispuestos a comprar este aparato para proteger a cada familia”, reflexionó.
En este sentido, el Departamento Ejecutivo invita a la comunidad a participar de campañas de comunicación, educación y sensibilización sobre la revisión periódica de artefactos de combustión por parte de personal calificado, advirtiendo sobre los riesgos y las medidas de precaución a tomar.