Un grupo de personas de San Francisco apuesta fuerte a chicos y chicas de su barrio, el Roque Sáenz Peña, a base de contención y con el objetivo de que se inserten de a poco en el mercado laboral. Se trata de ofrecerles “otra chance”, tal como se llama su proyecto.
Jonathan Ledesma (34) es nacido y criado en este sector de la ciudad, conocido como “las 800 viviendas”. Se dedica a la gastronomía, tiene familia y , además, ganas de ayudar. Lo acompañan en la idea Cristian Oyola, Gonzalo Cabrera, Martín Rivolta, Claudia Vicco y algunas personas más.
Llevan adelante el “Proyecto Otra Chance”, con el fin de brindar una posibilidad a los jóvenes que no tienen trabajo o que quieren salir de ciertas problemáticas como las adicciones, por ejemplo.
Empezaron ad honorem con tareas de acondicionamiento dentro del barrio, como limpieza y mantenimiento en espacios públicos. Hace poco armaron una peña folklórica que fue un éxito para recaudar fondos y poder seguir adquiriendo herramientas para sus tareas.
Ledesma explicó a La Voz el origen del proyecto y cómo los fueron amoldando: “Hablamos y activamos, compramos una motoguadaña para cortar el pasto y poder hacer changas. Somos más de diez dentro del grupo, de los cuales varios piensan en retomar la escuela”, explicó.
Y aseguró que buscan fortalecer la iniciativa para convertirla en una fuente de ingresos: “Queremos encaminarles la vida a los chicos, que cambien hábitos para que les pasen cosas lindas a ellos y también al barrio”, destacó.
La idea de sumar otros barrios
El proyecto lleva caminando unos pocos meses, pero el recorrido hasta el momento fue parejo.
Ledesma señaló que es “algo chico porque recién arranca” y que tienen el apoyo del Centro Vecinal y de muchos vecinos. Sueña ahora con que se replique la idea en otros barrios, con chicos y chicas en la misma situación.
“Me identifico con los chicos, crecí en este barrio que tiene cosas lindas pero también malas y hay que alejarlos de esas cosas malas. Muchos chicos tienen el apoyo de las familias, van bien en la vida. Pero otros no y rozan ciertos límites como el consumo de drogas, entonces la idea es enfocarnos en ellos, ayudarlos y acompañarlos”, sostuvo.
Sobre cómo tomó la gente del barrio Roque Sáenz Peña la iniciativa, Ledesma contó: “Sentimos apoyo, hicimos una peña donde colaboró mucha gente. Todo eso suma y la gente cuando se involucra y entiende qué hacemos nos ayudan, es un bien para los chicos y para el barrio”.
Abiertos a trabajar
Los primeros trabajos fueron gratuitos y destinados a dar una mano en la limpieza del lugar donde viven. Tras ello recibieron las primeras convocatorias para hacer changas: “El dinero se reparte un poco cada uno, es algo para construir y vamos de a poco. Hay chicos que son el sustento familiar”.
Ledesma recordó que tuvo una historia similar a la de los chicos que llegan hoy al grupo, a quienes trata de convencer que hay salida cuando las cosas van mal y que más allá del barrio, también existen oportunidades: “Un trabajo digno te ayuda a salir de la oscuridad, a no caer en la droga o la delincuencia. Los chicos lo toman con disciplina, yo no puedo responder las 24 horas pero siempre estamos encima en ese camino de mantenernos firmes y sacarlos adelante”, dijo.
Abierto a donaciones
Proyecto Otra Chance también está abierto a recibir donaciones de herramientas.
Ledesma manifestó que les vendría bien una sopladora ante la llegada del otoño y la caída de hojas secas. También usan motoguadañas y demás máquinas relacionadas a la jardinería.
“Hay personas que quieren cambiar, quieren algo mejor y entonces hay que tenerlos ocupados, la idea es que tengan la mente ocupada y tener un dinero para llevar a su casa. Y con disciplina se respetan horarios y demás cuestiones. Hay chicos que quieren cambiar, otros que quieren empezar la escuela y eso nos llena el alma. Se van armando lazos, ellos se sienten útiles y lo que hacen genera empatía en la gente que colabora”, concluyó Ledesma.
