La Granja es uno de los destinos más pintorescos de la región de Sierras Chicas, en Córdoba. Se encuentra a 50 kilómetros de Córdoba capital, en línea directa por la autovía E-53. O a 26 kilómetros de Jesús María por la ruta E-66, que se une a la ruta nacional 9.
Sus reservas naturales con flora y fauna autóctonas, sus ríos Carapé y Tiu Mayú, su gastronomía, sus opciones para caminatas y paseos en bici la convierten en un lugar atractivo para quienes buscan tranquilidad y buen paisaje.
Si la recorrida es de un día, para arrancar con un buen desayuno en El Café de La Granja, sobre la ruta, ofrecen un “campero” para dos personas, con pan casero y fiambres, o algo más clásico (con miel y dulce casero). Además, hay porciones de tortas, y sándwiches.
Quienes desean algo más fresco, la propuesta de Monet sorprende con un milk shake, batido de helado, jarra de té helado y frapuchinos (batido de café frío).
También Dorotea, restó y casa de té en Villa AniMi, tiene una propuesta con variedad de cafés y tés; un brunch de brusquetas (con mantequilla y arrope) que incluye fiambres, huevos y tomate, jugo natural o licuado y cerveza artesanal.
Recorrido por senderos
Al retomar el recorrido, lo ideal es hacerlo a pie o en bici. Hay que dejarse llevar por los senderos de la reserva natural Tiu Mayú: costeando el río se llega a los balnearios municipales Las Cañitas y Quinto Baño.
En la misma reserva se encuentra el playón municipal donde hay actividades culturales y deportivas. Y la famosa plaza de Los Troncos, con la feria de artesanos.
El lugar, rodeados de árboles y pájaros, es elegido por las familias para tomar mates, jugar al futbol, vóley o ping pong. Todo, en el centro de la ciudad. Al frente, se observa la capilla Nuestra Señora de Lourdes, construida en la década de 1940.
Gastronomía variada
A la hora del almuerzo o la cena, hay platos para todos los paladares. Sobre la E-53, Pochita e hijos tiene pastas desde, cordero al disco o cabrito (incluye papas fritas o ensalada). Pero la especialidad de la casa es el pollo a la piedra con guarnición. Se puede acompañar con vino o gaseosa familiar. ¿El postre? Flan con dulce de leche.
Para quienes prefieren la parrillada, El Bosquecito ofrece cabrito para compartir; parrilla libre, con guarnición.
Siempre en La Granja se recomienda llegar hasta el sector de Ascochinga, por sus paisajes, arquitectura, historia y por varios hoteles de muy alta categoría que ofrece. Entre ellos el famoso Estancia La Paz, que fuera residencia veraniega del expresdiente Julio A. Roca. Por esa zona está Puesto Roca, con canelones con salsa, pollo a la parrilla o cerdo con guarnición, y seis cortes de carne a la parrilla con guarnición.
Si la idea es salir a disfrutar la apacible noche serrana, Valle Verde Bar ofrece música y tragos, hamburguesas, pizzas y cerveza de litro.
Si hay que quedarse...
Para pernotar en esta localidad hay cabañas, hoteles y campings. Se ofrecen habitación doble con desayuno incluido en hotel La Granja. Además, el hotel Estancia Golf Ascochinga, tiene dos tarifas: para afiliados al gremio Iosfa, y para no afiliados.
Las cabañas varían de precios según se trate de opciones con o sin desayuno, en casa Aromito o en La Loma. Hay otras opciones con más servicios y mayores costos.
El complejo Lignum Tyni House brinda “pequeñas casas” para dos personas con desayuno. La Catalina ofrece una completa casa rural para 4 a 6 personas.
Otra historia se teje en un camping: La Toma, pegado al río, se cobra por carpa y por auto.
Reservas, cascadas e historia
La zona es ideal para hacer senderismo, trekking y ciclismo recorriendo las reservas naturales como Tiu Mayú y la del predio del Ministerio de Defensa en Ascochinga (que se preserva casi como un parque nacional), donde está el valle de Los Osos y las Tres Cascadas, bañadas por el río San Miguel. Son muy pintorescos sitios, ideales para pasar el día, muy bien cuidados y con guardaparques.
Además de conocer la historia de la iglesia del Sagrado Corazón, en Ascochinga, la agencia Viajá tu sueño ofrece un singular recorrido por barrio Parque donde antiguamente funcionaba un hospital de categoría para enfermos de tuberculosis, más el mirador del cerro de La Cruz, y un paseo por ateliers de artistas.
También vale una visita al Museo Atahualpa, en Las Vertientes, donde se consiguen artesanías de todo el país, entre la exposición de piezas arqueológicas y de piedras preciosas y semipreciosas.
