En el marco de la materia “Formación para la vida y el trabajo”, estudiantes de cuarto año de la Escuela Proa de Río Tercero planificaron, junto a la profesora Florencia Felici, un proyecto de intervención socio comunitaria ante una necesidad de su entorno, y cuyo eje transversal es poner al servicio de la comunidad lo aprendido en la orientación en tecnología que tiene el establecimiento. La iniciativa consiste en ofrecer un curso básico sobre el uso de teléfonos móviles destinado a adultos mayores, brindando herramientas que ayuden a desenvolverse en gestiones que pudieran presentarse para realizar con los dispositivos.
Acerca de cómo surgió la idea y la planificación de las clases, Leonel, Amulen y Dylan, estudiantes de cuarto año, en diálogo con La Voz, comentaron que adultos mayores se acercaron a la escuela solicitando capacitación para el uso de celulares: “todo comenzó cuando personas mayores venían a pedirnos que diéramos un curso. Así que nos pusimos en campaña para organizar un plan de estudio”, comentó Leonel.
El curso
El proyecto se denomina “Aprendiendo y enseñando juntos: las tecnologías unen generaciones” y fue elegido por votación entre varias propuestas. La profesora a cargo del proyecto explicó que se dividieron en comisiones para trabajar en diferentes aspectos y distribución de tareas, comunicación, material, recursos y espacios. Los estudiantes colaboraron a través de documentos compartidos en línea y comenzaron a promocionar el curso a través de folletos impresos, carteles y redes sociales.
Son los estudiantes de cuarto año quienes, en rol de docentes, enseñan a los adultos a realizar distintas acciones en los dispositivos móviles. Los temas que se desarrollarán en las clases incluyen seguridad, comunicación, accesibilidad, uso cotidiano y llamado de emergencia. Amulen comentó que en relación a seguridad se trabajará contraseñas, clave de Google, entre otros para prevenir el delito y el spam.
Dylan agregó que otras categorías del uso cotidiano que se desarrollarán será lo básico de cómo hacer una llamada, prender la linterna y conectar el Wifi, una de las acciones en las que más se solicita ayuda.
Me expresé en una de las clases asombrada por el desenvolvimiento de los chicos, por la calidez, por la educación, por los temas que para nosotros resultan difíciles y la atención. La atención tan grande el hasta el cafecito o el tecito. Espectacular, yo los felicito, una vez más y realmente como les dije me retrotrajo a cuando fui profesora tantos años. Gracias, gracias por todo.
Susana Morales, alumna del curso
Dentro de la unidad comunicación se abordará todo aquello relacionado con mensajería, WhatsApp, cómo enviar mensajes, cómo agregar y bloquear un contacto, cómo denunciar si es necesario. Para finalizar el cursado se tratará la categoría emergencias, números de contacto ante una situación que lo requiera.
Además, se ha propuesto un momento de pausa para socializar y compartir una colación, haciendo que el proceso de aprendizaje sea más ameno.
El curso, que ya ha comenzado, se lleva a cabo los viernes en la escuela, en el nuevo edificio inaugurado en mayo de este año, y se extenderá durante varias semanas. En noviembre realizarán el cierre con entrega de diplomas que acreditan la participación en el curso y un picnic de festejo.
Excelente curso, los chicos y la profesora muy bien, muy bien la educación de los chicos, cómo están preparados para desenvolverse, muy lindo, por lo menos a mi esposo y a mí nos ha gustado mucho¨.
Teresa Andrada, alumna del curso
La profesora destacó la importancia del aprendizaje-servicio, que permite a los estudiantes aplicar lo que aprenden en la comunidad para satisfacer una necesidad específica. “Justamente el eje transversal del proyecto de intervención socio comunitaria es este aprendizaje-servicio, lo que los estudiantes aprenden en el colegio en toda su modalidad y ponen en servicio a la comunidad ante una necesidad”, señaló.
Graciela Sismondi, una de las alumnas del curso destacó de cuarto año el respeto, la vocación de servicio, la paciencia y lo didáctico que son.
Este curso es una muestra del compromiso de los alumnos de la Escuela Proa de Río Tercero con su comunidad y de cómo la tecnología puede servir como un puente generacional uniendo a través del conocimiento y la colaboración con el entorno.
