“No habrá privatización ni más reducción de personal”. Eso aseguró a La Voz una fuente calificada de la empresa estatal Fabricaciones Militares, muy vinculada a la conducción. A la vez, confirmó que fueron 240 los empleados que se acogieron a las jubilaciones anticipadas y a los retiros voluntarios propuestos por la empresa, con lo que se redujo un 16% el plantel total en el país de más de 1.450 agentes,
La misma fuente, que trabaja en directo con la presidencia de la empresa, señaló que desde que asumió el nuevo Gobierno se bajaron un 20% los gastos y costos en todas las áreas no productivas. Y aseguró que con esas medidas se equilibró el déficit que mantenía.
Fabricaciones Militares tiene dos de sus cinco industrias en Córdoba: una en Río Tercero y otra en Villa María, Entre ambas suman unos 750 empleados directos. En la de Río Tercero la planta de personal se redujo ahora por esos acuerdos en un 13% y en la de Villa María en un 17%.
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Desde el cambio de gobierno, en diciembre pasado, la incertidumbre fue el común denominador instalado, ante los rumores de despidos, ajustes y eventuales privatizaciones. Desde el gremio Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se realizaron movilizaciones en reclamo de mayor información sobre el presente y el futuro de la planta estatal y se cuestionó el achique de personal argumento que se trata de “despidos encubiertos”.
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Desde la sede central de Fabricaciones Militares, en Buenos Aires, se aseguró a este medio que la intención “es reactivarla”. Y se insistió con que no se puede privatizar porque esa posibilidad quedó incluso descartada cuando la Ley Bases se aprobó en el Congreso sin incluir esa chance.
“No somos privatizables como empresa, no tenemos marco legal para hacerlo”, respondió la persona muy cercana al presidente de Fabricaciones Militares, Hugo Pascarelli.
Una cuestión con la que, en cambio, confirmaron que se avanzará, será en convertir la actual figura jurídica de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima. Se explicó que es un proceso complejo que demandará tiempo. Por esa vía, el Estado dejará de ser un “integrante” de la sociedad (a la que tenía que mantener) a ser un “inversor y accionista”. También se planteó que en la nueva SA el Estado “seguirá teniendo el control”.
Ese punto está relacionado a las especulaciones sobre eventuales negociaciones para incorporar capitales privados que inviertan en las plantas. “No está claro aún si tendrá fondos privados la SA. Se habla de que podría ser unipersonal, un solo inversor, el Estado, y en ese caso no habría fondos privados”, respondió. Ese punto está en evaluación.
Según la misma fuente, el propósito apunta a ser una empresa rentable. “A mayores clientes extranjeros podamos tener mayor estrategia de precio a implementar para competir en el mercado interno”, apuntó.
Visitas de empresarios
Respecto a las visitas de empresarios privados a las sedes de Río Tercero y Villa María, que el gremio ATE denunció como hechas “en secreto”, esa fuente explicó que sólo se trata de una estrategia comercial de relacionamiento para el mercado nacional e internacional.
Sostuvo que son empresas y entidades no gubernamentales suelen visitar Fabricaciones Militares pero aclaró que no hubo visitas de otros gobiernos. “Hay empresas extranjeras interesadas en conocer qué capacidad productiva tenemos, porque quieren hacer negocios”, señaló, aunque se excusó de apuntar detalles de procedencia, nombres y rubros.
Mencionó que “son visitas exploratorias”, y que en general “ya habían tenido contacto con Fabricaciones Militares hace años y no habían podido avanzar en conversaciones”. De todos modos, enfatizó: “No hay propuestas en la mesa de esas empresas, no escondemos nada. Sólo son visitas de gente que quiere evaluar eventualmente algún tipo de negocio”, cerró.
Reducción de personal
Respecto a la reducción de costos, entre ellos de personal, dijo que el argumento es que “al reducir los costos fijos se puedan tener precios más competitivos y sumar más clientes del mercado interno o extranjero”.
Intentó dejar en claro que se trata de una “estrategia comercial, no con un plan de privatización; tiene que ver con la capacidad comercial y la rentabilidad de la empresa”.
Aseguró también que no está en agenda seguir reduciendo personal. “Estamos queriendo llegar a un balance de costos, ya estamos llegando. Por eso no es necesario reducir de nuevo”, citó.
La empresa había señalado al lanzar los retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas que esperaba reducir en un 20% el personal, que sumaban unos 1.400 agentes al comenzar el año, en las cinco plantas más la sede central en Buenos Aires. Ahora marcó que se buscó reducir en un 20% el costo general.
“Nos gustaría decir en seis meses que tenemos clientes y que tenemos que salir a contratar gente. Si vamos a recuperar la producción, vamos a necesitar mano de obra”, señaló la misma fuente. “El achique tiene que ver con una estrategia comercial; los costos fijos eran tan altos que nuestros precios eran poco competitivos”, argumentó.
Trenes sin licitar
Hace unos días el gremio ATE reprochó la ausencia del Estado en un proceso de licitación para reparar vagones, trabajo que venía sosteniendo el área metalmecánica de la sede de Río Tercero.
La fuente respondió que “muchas veces para cumplir con los requisitos de la licitación hay que hacer una inversión grande previa y hoy no se recibe plata del Tesoro nacional para hacerlo”.
A la vez sostuvo: “Muchas veces nuestros precios están fuera de mercado, no somos competitivos, no podemos perderla por precios. Queremos mejorar la capacidad comercial para vender más”.
