El lunes por la noche, un hecho de crueldad animal conmovió a los vecinos del barrio Anejos del Este, en Jesús María. Karina, una vecina del sector, estaba ingresando su auto a la vivienda cuando su perro, llamado “Cachi”, se escapó por unos momentos. Al salir a buscarlo, recorrió solo unos metros cuando escuchó un disparo.
En ese instante, vio cómo el animal se desestabilizaba y corría herido hasta refugiarse en la cochera de una casa cercana.
Jesús María: la muerte de Cachi, indignación y denuncia
Los propietarios del domicilio habrían admitido que uno de sus hijos, un adolescente de 17 años, había efectuado el disparo con un rifle de aire comprimido.
El proyectil impactó en el cuerpo del animal, que fue rápidamente cargado en una camioneta con la intención de llevarlo a un veterinario. Sin embargo, “Cachi” murió a los pocos minutos debido a la gravedad de la herida.
Karina radicó una denuncia judicial y ahora espera que la Justicia actúe con celeridad.
“Quiero que se haga justicia, podría haber sido un niño”, expresó con angustia la mujer, remarcando el peligro que implica el uso irresponsable de este tipo de armas. Según relató, “Cachi” era considerado un miembro más de su familia y su pérdida ha generado un profundo dolor.
El hecho volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la tenencia de armas de aire comprimido en manos de menores y la necesidad de una mayor conciencia sobre el respeto a la vida animal.