Desde muy temprana edad Marcos Baricala Cosio (9) y Valentino Cosio (12) comparten una misma pasión: la robótica. Son primos, nacieron en Jovita, una pequeña localidad ubicada en el departamento General Roca, en el sur de la provincia de Córdoba, y desde que se acercaron en 2015 a un taller de robótica nunca dejaron de aprender jugando.
“Siempre me interesó. En Facebook tengo algunos videos subidos de cuando tenía cinco años. Me fascinaba programar un robot que se llamaba Tomy”, contó entusiasmado Marcos, el más chico de la dupla, a lo que Valentino agregó: “Me gusta mucho la tecnología. Y en la escuela de robótica del pueblo aprendemos mucho”.
El 30 y 31 de octubre los primos participarán de forma virtual de “Robojam”, una competencia internacional con sede en Estados Unidos. Los niños se clasificaron por separado, luego de compartir el tercer puesto en el podio.
Carina Cosio, es ingeniera en Sistemas y además de coordinar la escuela de robótica municipal en Jovita es la madre de Marcos y la tía y madrina de Valentino. “Le pusieron muchas ganas y pilas para llegar a esta instancia. Durante la etapa de preparación vimos en Youtube competencias de otros países como Bolivia y Perú”, relató Cosio a La Voz, y prosiguió: “La competencia de robótica tiene distintos retos. Nosotros para clasificarnos elegimos uno que se llama ´Colorín´. Es un laberinto donde hay que unir dos puntos. Éstos se sortean una semana antes de la fecha. Una vez definido eso, te dicen para que los concursantes elaboren la estrategia y cuando llega el día de la prueba se tiene que hacer en vivo”.
En el reto que les permitió a Marcos y Valentino clasificarse, les tocó unir los puntos 2 y 4. Según explicó la ingeniera, estaban bien diferenciados y a través de una programación que los chicos hicieron, el robot tenía que completar el desafío.
Un jurado compuesto por personas de Colombia, de Paraguay y de Chile iba cronometrando los distintos desafíos de los participantes. El ganador fue un hombre de 46 años, de Perú, que completó el desafío en un minuto. En segundo lugar quedó una persona de La Rioja y en tercer lugar los primos de Jovita, que lograron completar su reto en un minuto con 34 segundos.
Para la final de fines de octubre Marcos y Valentino tuvieron que desempatar entre ellos. El más grande logró un mejor tiempo y ganó su pase directo. El más pequeño se entristeció pero minutos después la organización del evento le informó que él también clasificaba “por el trabajo duro que había hecho”.
Contentos con el resultado, los primos ahora practican con la ayuda de Carina para llegar más determinados a la competencia de Estados Unidos. “En estas instancias siempre se aprende. De ver a los otros equipos, de la estrategia que desarrollan para que el robot vaya más rápido. Y esa observación nos sirve para llevar una estrategia más pulida”, dijo Cosio.
Ayuda mutua
Lejos de plantear una rivalidad, los primos se reconocen primero “amigos”. Y si bien experimentan el desafío de distintas maneras, ambos remarcan que es una satisfacción personal poder llegar a esta instancia y representar no sólo a Jovita sino también al país.
Marcos dijo que aprende de Valentino sobre su paciencia. Y que eso lo impulsa a él a mejorar sus tiempos si logra tener esa templanza en los desafíos. Por su parte el mayor sostuvo que de su primo aprende de su constancia y responsabilidad para trabajar en los programas.
Para los chicos, que cursan cuarto y sexto grado de la escuela primaria, la robótica les enseñó a trabajar en equipo, a buscar distintos caminos ante la resolución de un problema y poder cumplir las metas planificadas.
“Aprendemos a través del juego. Adquirimos conocimientos espaciales, coordenadas, magnitudes numéricas, lógicas, secuencias y resolución de problemas”, enumeró Valentino, y añadió: “Me divierto mientras aprendo a programar”.
Consultados sobre un mensaje para los chicos y chicas que quieren incursionar en la robótica, los primos argumentaron que se animen a conocer este mundo. “Los ayudará a abrir sus mentes y adquirir nuevos conocimientos para luego aplicarlos”, expusieron, y cerraron: “Y saber que en las competencias siempre hay ganadores y perdedores pero lo importante es participar y ser parte de este universo: el de la tecnología del futuro”.
