En la vasta extensión de la provincia de Córdoba, donde el cielo se funde con la tierra, se alza una obra de arte única: una guitarra gigante, no hecha de madera y cuerdas, sino de miles de árboles que danzan al compás del viento.
Esta no es una guitarra para tocar melodías audibles, sino para despertar las emociones más profundas. Fue concebida por el productor agropecuario Pedro Ureta como un eterno homenaje a su esposa, Graciela Yraizoz, cuyo amor por la música y la naturaleza inspiró este proyecto singular.
Ubicada en la zona rural de General Levalle, una localidad del sur de Córdoba, la estancia La Guitarra es más que un campo; es un lienzo viviente donde la historia de un amor perdurable se dibuja en verde y azul.
Un sueño sembrado en la tierra
La idea de esta guitarra de 24 hectáreas no surgió de un capricho, sino de un anhelo compartido. Graciela, una joven emprendedora y amante de la música, soñaba con un lugar ideal para vivir con Pedro y sus hijos, un espacio que reflejara su pasión por la guitarra.
La visión de un campo con forma de este instrumento se sembró en su mente durante un vuelo en la provincia de Buenos Aires. Desafortunadamente, un aneurisma cerebral truncó su vida a los 25 años en 1977, dejando un vacío en el corazón de Pedro.
Sin embargo, su partida no fue el fin del sueño, sino el comienzo de una obra colosal de amor. Pedro, con la ayuda de sus cuatro hijos, decidió plantar más de siete mil árboles para honrar la memoria de Graciela.
Un legado verde que desafía el tiempo
El diseño de la guitarra fue un trabajo meticuloso. Cipreses californianos delinean el contorno del instrumento, mientras que eucaliptos medicinales forman las cuerdas, creando un contraste de colores que despierta la mirada.
La estrella, en la parte de la caja de resonancia, está hecha con pinos cipreses. Los plantines, que en sus inicios no superaban los 25 centímetros, han crecido durante décadas, convirtiéndose en una obra monumental que solo puede apreciarse en su totalidad desde el cielo.
La guitarra, con sus 2.500 metros de largo y 400 metros de ancho, ha soportado las inclemencias del tiempo, desde tornados hasta granizo.
Pedro falleció a los 79 años en 2019 pero dejó un legado que perdura y que sus Ignacio, María Julia, Soledad y Ezequiel luchan por mantener.
La Nasa fotografió en varias ocasiones entre 2007 y 2014 la estancia con el instrumento aster para mostrar el alcance del bosque argentino.
Sobre Pedro y su obra escribió: “Creó un pedazo de arte terrestre para que pudiera verse desde un avión. Resulta que también es visible desde el espacio”.
Cómo llegar a la estancia desde Río Cuarto y Córdoba capital
La estancia La Guitarra está ubicada en la zona rural de General Levalle, sobre la ruta provincial 10. Del pueblo dista a más de 20 kilómetros.
Desde Río Cuarto está a 128 kilómetros. Se puede llegar por la ruta provincial 35 hasta Malena y luego desviar por la 24 hasta Adelia María. Luego tomar la ruta 10.
La distancia con la Capital de la Provincia es de más de 340 kilómetros.
