El gobernador Martín Llaryora arribó este martes por la tarde a la localidad de Sinsacate, y lo hizo acompañado por la vicegobernadora Myrian Prunotto, el ministro de Cooperativas y Mutuales, Gustavo Brandán, y gran parte de su gabinete.
Con duros cuestionamientos a la falta de inversión en infraestructura por parte del Gobierno nacional, dijo que anunciar obras es “casi una quimera”, pero aseguró que en eso está puesto su empeño.
Todo esto en el marco del Plan de Igualdad Territorial que anunció en el mes de marzo y que pretende llegar adelante, con una proyección a diez años.
El principal anuncio fue el tendido de una línea de Alta Tensión en 66 mil voltios desde Totoral hacia el Norte, con la repotenciación de un transformador, lo que permitirá garantizar energía eléctrica para la instalación de industrias y emprendimientos productivos.
Más noticias de Jesús María y zona
La inversión será de unos 9500 millones de pesos y quedó firmada la adjudicación para comenzar los trabajos que impulsará Epec, pero a través de empresas privadas.
También se comprometió a aportar más de 500 millones de pesos y materiales para la construcción de la obra de presurización del gasoducto troncal que atraviesa Sinsacate.
Esta es una gran necesidad para la ciudad, que cuenta con un corredor comercial e industrial en pleno crecimiento.
En el mismo sentido, le pidió al intendente Carlos Ciprián que se pusiera en contacto con el Ministerio de Industria para gestionar los beneficios impositivos del que gozan todos los parques industriales de la provincia.
La idea es que se instalen más firmas que puedan generar trabajo, a partir de la certeza de que van a contar con la infraestructura energética y vial que necesitan para tener competitividad.
Ciprián, anfitrión del evento, agradeció que “es la tercera visita en 15 meses” del gobernador a la localidad, lo que es de gran relevancia para el pueblo.
“Hoy estamos celebrando aquí una construcción colectiva”, aseveró el intendente.
Sostuvo que hace 20 años la frontera agropecuaria se extendió al Norte de Córdoba, ya que el 90% era ganadería, pero las nuevas tecnologías y la profesionalización del hombre de campo, permitieron la expansión.
En esto sumaron mucho los buenos rindes de las cosechas, pero la falta de infraestructura fue el desafío más importante, ya que el objetivo es poder agregar valor a las materias primas.
Hizo un repaso por todo el recorrido que tuvo la gestión ante el Gobierno de Córdoba para poder alcanzar el logro que ahora se cristaliza con los anuncios de Llaryora.