“Es como volver a la pandemia, hace 20 días que no trabajamos y necesitamos no perder el fin de semana largo”, dice Iliana Más, propietaria de un tradicional comedor sobre el Camino de los Túneles, también conocidos como “los túneles de Taninga”, en el departamento Pocho.
La ruta de acceso fue interrumpida primero por los graves incendios que durante dos semanas afectaron esa zona, en el norte del valle de Traslasierra, y luego por el peligro de derrumbes tras el impacto del fuego.
Unos 20 restaurantes y otros emprendimientos turísticos ven coartadas sus posibilidades ante un panorama incierto. Una comisión de expertos determinó el riesgo. Más de 60 familias en el tramo viven del turismo y no están trabajando. Los vecinos piden que haya medidas de precaución que no impliquen un corte total.
El pedido incluye a los vecinos de la alejada localidad de Chancaní, situada unos 50 kilómetros al oeste, ya en el llano, que queda aislada del este del departamento.
Un atractivo cerrado
El llamado Camino de los Túneles, que une la Ruta 15 con las viejas obras de ingeniería vial, tiene unos 40 kilómetros y su pavimento fue inaugurado en 2019. Es uno de los rincones de la provincia que más creció en estos años en visitas turísticas.
Pero, primero por incendios y luego por el peligro de derrumbes, la zona fue cerrada en septiembre a la altura del puente Salto Blanco, antes del primer túnel.
Jorge Heredia, legislador Provincial por Pocho, señala: “Nuestros vecinos están castigados, los incendios provocaron daños en el ambiente, la agricultura y la ganadería, y sumado a eso ahora viene este corte; las autoridades decidieron que se prolongue 15 días más a partir de este lunes, y eso es grave para la economía del sector”
Heredia recuerda las causas de la restricción: “Una comisión de geólogos, ingenieros y otros especialistas hicieron un informe que advierte sobre un derrumbe entre el primer y el segundo túnel, y en otros sectores, entonces Vialidad decidió cortar el tránsito”. Y agregó: “Hay rocas y piedras sueltas que podrían caer, en este lapso los especialistas verán la forma de contener esas rocas o de hacer que caigan de manera controlada”
“Otro castigo”
Ileana Más, vecina del lugar, afirma: “Somos casi 20 restaurantes que no podemos trabajar, pero también quienes nos proveen los cabritos pan o leña, los artesanos y vendedores ambulantes; toda esta zona vive del turismo, incluso la hotelería y el comercio de zonas cercanas” explica la vecina.
En el camino se encuentra el pueblo de Las Palmas. Su efe comunal, Diego Tejeda, no oculta su aflicción por la situación: “Realmente la gente está mal y no podemos seguir así, hemos pedido a las autoridades que se comprenda la situación y se busque una solución intermedia”.
Tejeda recuerda: “La gente ya está afectada por los incendios, además se necesita llegar desde aquí a Chancaní, sin este camino, la gente tiene que hacer 200 kilómetros dando la vuelta por Villa Dolores, en vez de recorrer 50 kilómetros”.
Comerciantes, docentes, médicos, policías y vecinos en general no pueden unir el este con el oeste del departamento Pocho.
Andrea Gauna, lugareña propietaria de otro restaurante, enfatiza: “Nuestra economía está parada, yo trabajo con toda mi familia y no sabemos que vamos a hacer si esto sigue, se nos quemó todo el campo, que quedó abierto y sin alambrados, cerrarlo se hace imposible”.
La vecina dice lo que muchos vecinos repiten: “Acá el peligro de derrumbe estuvo siempre, no sé en qué puede haber aumentado ahora, queremos que se logren soluciones que no nos ahoguen”.
