Tras un arduo trabajo de investigación e incansables gestiones, el grupo La Huella, formado por estudiantes y miembros de organismos de derechos humanos, logró evitar que el histórico edificio local del Buen Pastor, en Río Cuarto, sea demolido o se convierta en un centro comercial.
El ex Correccional de Mujeres y asilo de niños fue creado en 1903 en Río Cuarto, en una manzana ubicada a ocho cuadras de la Plaza Roca. Desde sus orígenes estuvo a cargo de la congregación religiosa Hermanas de la Caridad del Buen Pastor
En los últimos años, funcionaron allí desde un hogar de madres solas hasta dos colegios: el Dichiara y el Santa Eufrasia (mientras termina su construcción, una parte de este establecimiento sigue dando clases en el lugar).
Por el movimiento de camiones del Ejército, vecinos siempre sospecharon que en el lugar hubo presas políticas y que hasta podría haber restos óseos de desaparecidos durante la última dictadura militar.
La Huella ha recogido testimonios que dan cuenta de que estuvo al servicio del Terrorismo de Estado, como cárcel de paso.
Tienen versiones sobre una treintena de detenidas por razones políticas, testimonios sobre presas que dieron a luz en el lugar y una versión que indica que allí fue vista por última vez la desaparecida Yolanda Mabel Damora (21).
Hoy la mayor parte de la manzana está en manos de privados pero tras la declaración del lugar como parte del patrimonio cultural, arquitectónico y ambiental de la ciudad, por ordenanzas que establecen el mínimo de espacio verde y comunitario para una subdivisión, el municipio accedió a un 16 por ciento del terreno.
Esa porción del inmueble se abrirá al público merced a un acuerdo tripartito.
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, este 10 de diciembre se firmó un convenio entre la Fundación por la Cultura de la Municipalidad, la asociación civil La Huella y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Regional Río Cuarto.
Testimonios
Joaquín Albornoz, de La Huella, destacó que la firma del convenio “marca un hito para la ciudad: permitirá avanzar en la recuperación del ex Buen Pastor como museo de sitio y como espacio cultural y de promoción de derechos, destinado al acceso público, al desarrollo artístico, educativo y comunitario”.
Como ex alumno del colegio Santa Eufrasia, Albornoz tiene una estrecha relación con el inmueble. Nunca olvidará cuando ex presas políticas lo visitaron para tratar de reconocer dónde habían estado.
“Entendimos que más allá del cariño que nos genera el proyecto educativo del colegio, con su Semanarte y demás, el edificio tiene un historia que nos trasciende. En la línea de tiempo 130 años en los que somos sólo un pedacito, pero es importante para todos, tiene que ser de uso público”, dijo Albornoz.
“Todos tenemos una historia con ese lugar, como ex alumnos, ex presos, ex asilados. Esto nos permite recuperar un lugar que nos une, no sólo por la memoria, como patrimonio de la ciudad, sino por todo lo que implica recuperar un lugar con sentido público y abierto, para abrir instancias educativas, laborales, de formación”, comentó.
Agregó que en principio será abierto al público el llamado “patio del Cristo Buen Pastor” y la Capilla, mientras se trabaja en la infraestructura y reparaciones. El lugar estuvo un par de años abandonado y sufrió robos.
Entre otros elementos de valor artístico, conserva obras de Libero Pierini y de su hermano Vito, en la fachada de ingreso y en la capilla. Albornoz destacó la necesidad de que el sitio sea considerado “zona de protección histórica”.
Valoró que sea de acceso público y pueda destinarse a cultura y educación. Y remarcó que se seguirá investigando lo que ocurrió intramuros. Señaló que, en redes sociales se puede contactar a @ExBuenPastor.riocuarto para solicitar información o brindar testimonios
