El pasado 7 de octubre, un femicidio sacudió a Río Tercero. Silvia Fría (43) murió como consecuencia de las 17 puñaladas recibidas en su casa. Su pareja y padre de sus cuatro hijos, Néstor Fabián Nieto (44) se declaró culpable, tras ser detenido horas después de haber huido del lugar del crimen.
La causa judicial está siendo investigada por la fiscal Paula Bruera, de los Tribunales de Río Tercero. En la ciudad no se recuerda en los últimos años otro caso de femicidio. Se apunta el antecedente de una joven de esta ciudad que murió asesinada por su exnovio pero en la ciudad de Córdoba, una década atrás.
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Tras este femicidio hubo múltiples reacciones de parte de agrupaciones o sectores que bregan contra la violencia de género.
Por caso, la Red de Mujeres y Diversidades, con sede en Río Tercero, emitió un comunicado en el que señalan que “la violencia de género es circular”. Y sumaron: “Vivimos y replicamos dentro de la cultura patriarcal estereotipos al infinito. Que por qué las mujeres se quedan cerca de sus agresores, que si se separaron y volvieron. Salir de un círculo de violencia es complejo. No es algo que ocurra de un momento para otro aunque estén las redes, aunque se sea consciente de esa violencia. Son múltiples las causas por las que las víctimas siguen sosteniendo su vínculo con el agresor, pero ninguna de esas causas deberían ser razón para hacerlas responsables de la violencia que reciben. La culpa nunca es de la víctima”.
En el mismo comunicado enfatizan que “hay que mantener el tema en agenda, teniendo en cuenta la violencia en todas sus expresiones, sin esperar la muerte de las mujeres para hablar de la problemática”.
Asimismo, tras pedir que se haga justicia en contra de quien la asesinó, recordaron que la víctima venía integrando y trabajando activamente en proyectos contra la violencia de género.
“Detrás de los femicidios quedan hijos, hijas, desamparo, tristeza, miedo e incertidumbre”, citaron, tras pedir que los medios de comunicación tienen que considerar y proteger la historia de cada víctima.
Silvia Fría era madre de cuatro hijos e hijas. Había denunciado a Nieto en varias oportunidades por violencia de género. En más de una oportunidad tuvo por ese motivo botón antipánico. Poco antes de su crimen, el victimario había recuperado la libertad tras una denuncia por este mismo motivo.
Silvia participaba de dos organizaciones comunitarias de la ciudad: el taller Esperanza, de la ONG Cáritas, para la elaboración de comidas, y el Proyecto Papelón de recuperación de papel para reciclar, de la Fundación Juntos a la Par - La Luciérnaga de Río Tercero. Con ambos sumaba un aporte económico para el sustento de su familia.
También participaba de las actividades de Punto Mujer, en la ciudad, en sintonía con la problemática de violencia de género.
Si el detenido es condenado, la única pena que prevé la ley actual para ese tipo de delito es la de prisión perpetua.
Una marcha
También se viene promoviendo, desde diversos ámbitos, una movilización para este miércoles 18, a las 18.30, en la plaza San Martin para reclamar justicia por el caso.
“La violencia de género se llevó una madre y hermana más. Deja atrás familiares, organizaciones y comunidad con un daño irreparable”, señala esa convocatoria.
