Río Tercero amaneció durante décadas con el sol y con la sonrisa de ‘’Pina’'. El buen humor y la alegría que irradiaba esta querida mujer tenían tanta energía como su espíritu y sus piernas, con las que pedaleaba toda la ciudad, de punta a punta, repartiendo diarios y revistas.
María Teresa Fernández, identificada por todos por su apodo, fue la primera canillita que tuvo la ciudad y la persona más conocida de todos los entrañables repartidores de diarios y revistas que tuvo esta ciudad.
Pina falleció este miércoles 18 de octubre, a los 80 años, en la ciudad que la vio nacer y en la que durante 55 años fue canillita, labor que realizó hasta hace pocos años.
Un cuadro de neumonía que se complicó en las últimas horas fue la causa de su fallecimiento, pasadas las 10 de la mañana de este miércoles.
Quedará el recuerdo de todos los riotercerenses verla pasar en una alta bicicleta de dama, que costaba imaginar que pudiera dominar bajo cualquier condición del tiempo, siempre con su canasto lleno de diarios y revistas.
Ella y su esposo, Justo José Sparacino, fallecido años atrás, comenzaron con el reparto de diarios y revistas en Río Tercero en el año 1966, cuando el gobierno del presidente Arturo Illía fue derrocado por la dictadura de Onganía.
Alguna vez Pina contó que no sabía cuántos kilómetros por día pedaleaba realizando su reparto, pero seguro calculó que eran más de 60.
Nada la detenía. Era común verla en verano, con sol agobiante, haciendo el reparto o con frío y viento.
En toda la ciudad la conocían y no había lugar por el que pasara que no dejara como rastro su sonrisa siempre radiante.
La pareja de Pina y Justo eran sinónimo de canillita en la ciudad.
En 2008, hace casi 15 años, para el Día del Canillita, Pina le contó a La Voz haber aprendido el oficio por haberlo vivido de niña junto a su abuelo, Santos Fernández, quien tenía un kiosco de diarios y revistas. “Después, mi abuelo se lo vendió a mi suegro, Justo Sparacino; así, mi marido se convirtió en canillita’' y con él también lo hizo ella.
Una nota con Pina, en La Voz, en 2008
Sus restos son velado en la Cochería Lo Mar, en Acuña 867, hasta las 22 y mañana jueves desde las 8. El sepelio será a las 10 en el Cementerio Parque Cooperativo.
