San Francisco puso en funcionamiento la primera planta de producción de biodiesel, ubicada en el Parque Industrial local, la cual mediante la firma de un convenio comenzará a abastecer a vehículos municipales.
Se trata de la firma Greendiesel que genera combustibles en base a aceite de soja y está conformada en partes iguales por la constructora local Aivel y por un emprendimiento familiar.
Juan Manuel Velázquez, socio de la firma, agradeció el apoyo de la Provincia y de la Municipalidad de San Francisco, en la ardua tarea de “reducir impactos ambientales y disminuir la huella de carbono” en la ciudad.
“Producimos aceite de soja, las mismas que se siembran y cosechan con todas las adversidades climáticas y económicas que puedan a ocurrir, considerando que Córdoba entendió lo que significa una economía circular”, dijo Velázquez días atrás en la inauguración de la planta.
Lo novedoso además de la puesta en marcha de esta empresa, es que se firmó un convenio con el municipio para que la flota de vehículos comience a utilizar este combustible.
El convenio
En este sentido, el intendente Damián Bernarte destacó: “La ciudad de San Francisco vuelve a hacer punta, siendo la primera municipalidad de la provincia de Córdoba, por sobre 427 municipios y comunas, que firma un convenio donde se compromete a ir mudando la flota de vehículos municipales al biodiesel, pero que además tiene la planta en su ciudad, lo que significa un paso más de muchos en relación al cuidado del medio ambiente”.
El biodiésel es un combustible de origen natural, renovable y limpio, cuyo uso permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que se produce a partir de materia orgánica (aceites vegetales o grasas animales).
Según Velázquez, la de San Francisco será la segunda planta de biodiésel con la calidad de bioexportable en la provincia de Córdoba.
Elaboración del biodiésel
Francisco Pérez, ingeniero químico de Greendiesel, había explicado en febrero pasado que el tratamiento que se le da a este combustible en la planta cumple con todos los estándares que necesiten los vehículos para poder funcionar.
“Nuestro proceso consiste inicialmente en el uso de una materia prima básica como es el aceite vegetal, como el aceite de soja, que puede conseguirse en la zona de parte de prensas expulsoras”, explicó Pérez.
Y agregó: “La idea es recibirlo con camiones en nuestra planta, almacenarlo como materia prima, tratarlo, estandarizarlo para lograr un nivel adecuado y óptimo para luego transformarlo en biodiésel con el agregado de algunos aditivos extras, pero con el 90% de los insumos de aceite de soja”.
La idea es producir alrededor de 600 litros, aunque la planta tiene una capacidad máxima que podría llegar a producir hasta seis toneladas diarias si está en plena operación de todos sus componentes. Cabe destacar que tendrá un sector de expendio a través de un surtidor.
Se iniciará con un combustible B20, pero la proyección a corto plazo es que sea de B50: un 50% de biodiésel y otro de diésel derivado del petróleo.
