Ezequiel Ramírez vive en Río Cuarto. Es propietario de una estación de servicio ubicada en la intersección de Marcelo T. de Alvear y Quirico Porreca, en el barrio Banda Norte.
El domingo, en medio de los saqueos e intentos de robo que mantuvieron en vilo a la capital alterna, tuvo un gesto con el que intentó transformar un momento de tensión: se hizo pasar por un trapito y a los automovilistas que dejaban que limpie su parabrisas le regaló una carga de combustible.
“La noche del domingo, en medio de los saqueos, se me ocurrió esta idea. Quería cambiar el momento que estábamos pasando que fue muy duro para todos”, contó Ezequiel en diálogo con Somos Río Cuarto. Y agregó: “Estuve casi media hora con esta iniciativa. Pasó una familia y con temor me permitió que le levara el vidrio. Cuando accedieron ahí le conté la iniciativa. No lo podían creer”.
En medio del caos por los saqueos, el joven intentó alegrarle el domingo a alguien. “Fue algo que me llenó el corazón. Sea mucho o poco ver la felicidad de la gente que venía de pasar un momento complicado fue muy lindo”, amplió el estacionero.
Consultado sobre cómo observó a los automovilistas ese día, en medio de la tensión, dijo que estaban muy asustados y cuando se acercaba con la escobilla para limpiar los vidrios muchos no abrían sus ventanillas.
“La situación que se vivió acá en Banda Norte fue complicada”, describió.