El lunes, en un descuido al final de la jornada, Nicolás, un emprendedor de Río Cuarto que trabaja de forma tercerizada produciendo camperas y chombas para colegios, cometió un error que pudo haberle costado caro.
Mientras guardaba una bolsa con prendas terminadas, la confundió con varias bolsas de basura de tamaño similar y la arrojó a un contenedor en la calle.
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“Tenía una producción armada de camperas y chombas para un colegio y bueno, estaba guardando una bolsa, y al mismo tiempo había varias bolsas de basura del mismo tamaño. Tiré la bolsa equivocada, me di cuenta como a los 20 minutos, y cuando fui a buscarla, ya no estaba más”, relató a radio LV16 Nicolás.
El hombre, cuyo emprendimiento representa su principal fuente de ingresos y una inversión considerable, la pérdida de estas prendas era un golpe significativo a su economía. “Los costos de las tiendas son muy caros. Yo trabajo para otras empresas y las produzco desde casa. Es un costo muy grande”, explicó, sin especificar el valor exacto de la producción extraviada.
La búsqueda desesperada y la solidaridad en redes sociales
Al darse cuenta de que la bolsa ya no estaba, Nicolás intuyó que el servicio de recolección de basura, Cotreco, podría haberla retirado. En un intento por recuperar su valiosa producción, decidió recurrir a la ayuda de las redes sociales y sus contactos, buscando visibilizar su caso.
Un “trapito” con un corazón de oro
Poco después de difundir su situación, un joven se comunicó con Nicolás asegurando haber encontrado las prendas y ofreciéndose a devolverlas. Este joven resultó ser un “trapito” que trabaja en la misma zona donde Nicolás había desechado la bolsa.

“Me llamó un chico diciendo que las había encontrado y que las tenía en su casa, que me las iba a devolver,” recordó. El trabajador informal le manifestó su intención de vender las prendas debido a su necesidad económica. Ante esta sinceridad, Nicolás le ofreció una compensación económica y mercadería que tenía en su domicilio.
“Él no me lo pidió, no me pidió nada a cambio. Yo se lo ofrecí por el tremendo gesto que tuvo,” destacó, profundamente agradecido por la honestidad del joven.
Afortunadamente, las prendas, que contaban con bordados de los colegios, fueron devueltas intactas.