Gaspar Cena es de los ingenieros que sostiene que la universidad debe salir del perímetro de su campus para ir a darle soluciones a las demandas de industrias y empresas.
Hace varios años que viene ocupando cargos directivos en la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y desde abril de este año es el nuevo decano.
Cada semana se agenda reuniones con industrias y municipios de todo el sudeste cordobés para ver qué pueden hacer juntos: la demanda de profesionales capacitados en carreras de base tecnológica es una constante.
“Parece contradictorio. Hay gente que no tienen trabajo y hay empresas que no encuentran el personal que están buscando”, dice Cena desde su despacho en el primer piso de la primera universidad que tuvo Villa María.
La facultad regional de la UTN se levanta sobre una avenida que se llama, justamente, Universidad, en el barrio San Juan Bautista.
En ese entorno se forman ingenieros que hoy trabajan para empresas del primer mundo y cobran buenos salarios en dólares, incluso desde antes de llegar al final de su carrera.
Pero lo que desvela al decano Gaspar Cena es darle solución a las empresas y municipios de esta región del centro y del sudeste de Córdoba.
“La universidad tiene que salir de su perímetro, porque afuera es donde están los problemas de la gente, y como UTN tenemos mucho para aportar en soluciones”, dice como primera definición de perfil institucional.
“Me gusta salir, buscar oportunidades, trazar vínculos, estrechar lazos”, agrega.
Semanas atrás hizo un recorrido de 380 kilómetros en un solo día junto a su equipo de trabajo para reunir, primero, con 15 empresas del sector industrial agropecuario en Monte Maíz, y después en General Deheza con el municipio y la aceitera local.
Con pocos días de diferencia se reunió con Aerca, la central empresaria de Villa María, y para esta semana tiene agendada otra reunión en industriales y funcionarios de Marcos Juárez.
“Lo que vemos cuando salimos es que hay mucha necesidad en distintos sectores, sobre todo en carreras de base tecnológica”, cuenta el decano.
En Córdoba, a la UTN villamariense se suman las facultades regionales de Capital y de San Francisco. Por el perfil de sus carreras, en las tres se repite esa situación de muy alta demanda para sus egresados.
Demanda de profesionales hay
En Monte Maíz, tras la reunión con más de 15 empresas agromecánicas, firmaron un convenio de práctica supervisada, uno de pasantías y dos capacitaciones para mandos medios de industrias la zona.
Las empresas les piden que vuelvan a implementar carreras como la Tecnicatura Superior en Mecatrónica. “La voluntad de la UTN está para contribuir a la capacitación del sector productivo”, responde.
Pero el aporte que pueden hacer va más allá. En General Deheza estuvieron reunidos con el intendente y el gerente de recursos humanos de la aceitera.
Allí decidieron avanzar con la municipalidad en tres proyectos. Uno de ellos es asesorarlos en la compra de kits de robótica para jardines de infantes.
El otro es implementar el programa Enlaces, para capacitar a docentes de primaria y secundaria en el uso de la tecnología que ya usan estudiantes de esos niveles, con los que se busca romper la brecha tecnológica entre las generaciones.
El otro programa es Adolescentes 4.0, que busca despertar el interés y la vocación temprana en las carreras tecnológicas.
En Marcos Juárez tiene previsto “bajar fuerte” con capacitaciones en empresas que necesitan recursos humanos hábiles en tecnologías y la intención es llevar carreras al sudeste.
La reunión con Aerca fue para poner a disposición toda la oferta educativa de la UTN, tendiendo puentes con las organizaciones.
Uno de los proyectos en Villa María es establecer una sede dentro del Parque Industrial para estar más cerca de las empresas.
Atentos a la demanda de los nuevos perfiles de profesionales por parte de las empresas, abrieron la inscripción de la Tecnicatura Superior en Programación.
“Pasó lo que suponíamos, estamos desbordados con la matrícula”, contó. En cinco días completaron el cupo de 60 inscriptos. Buscan hacer comisiones de pocos estudiantes para que docentes puedan mantener un ida y vuelta permanente.
La carrera comienza a cursarse presencial en agosto, pero no descartan abrir una nueva corte ante la demanda manifiesta.
Otra carrera que surgió por demanda de un sector empresario es la Licenciatura en Logística, para la gestión del transporte, dirigida a personal que ya fue formado en la tecnicatura.
Mientras se cumplen los plazos del trayecto de cada carrera, buscan avanzar en capacitaciones no formales para tener mejor capital humano y sumarlo al esquema productivo.
También, talleres de oficios en Villa María
La UTN tiene además una permanente oferta de talleres de oficios, como refrigeración, reparación e instalación de aire acondicionado, reparación de lavarropas, instalaciones de electricidad, entre otros.
La necesidad de contar con más profesionales capacitados se traduce también en una presión fuerte de la industria por captar lo antes posibles recursos bien formados. Esto hace que estudiantes que estén en cuarto o quinto año de carreras de base tecnológica, con la mayor parte de su trayecto completado, sean seducidos por puestos de trabajo bien remunerados.
Con la conectividad y la tecnología disponible, algunos pasan a trabajar a distancia para empresas extranjeras que les pagan salarios de 1.500 o 2.000 dólares por mes.
La UTN de Villa María tiene hoy unos 1.300 estudiantes, de los que unos 190 son de los primeros años de carreras como Ingeniería en Sistemas, la más numerosa, seguida por las ingenierías en Mecánica, Electrónica, Química y la Licenciatura en Administración Rural.
La industria y el campo, los dos pilares de la economía de la región, cuentan con los profesionales formados en las aulas de esta universidad.
