La situación epidemiológica por el dengue en Villa María fue descripta por el intendente Eduardo Accastello como “estado de urgencia”.
Los casos suben y se anunciaron más fumigaciones, adquisición de bienes y servicios, compra de vacunas para niños y profundizar las multas a quienes incumplan con la limpieza de terrenos que “se transformaron en propagación rápida”, dijo el mandatario.
En primera instancia, la ordenanza busca triplicar las multas a aquellos lotes “que no tienen comprensión humana de que estamos en un momento que nos urge que limpien sus terrenos”, dijo Accastello.
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Sin embargo, la penalización se agudizará –si el Concejo Deliberante aprueba la normativa- a quienes incumplan de manera reiterativa. El municipio busca que en aquellos casos, los terrenos sean declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación.
“Si tiene desaprensión con la sociedad, esos terrenos pasarán al orden de lo municipal y después veremos cómo se utilizan. Nosotros respetamos la propiedad privada, pero mucho más respetamos a la gente que vive en nuestra ciudad y tiene que estar sana”, dijo Accastelllo.
El mandatario detalló que “son muchos” los terrenos que se identificaron y se siguen identificando. “La gente de los barrios te lo dice”, agregó. Además, la medida es a raíz de que en algunos sectores, estos terrenos “se han transformado justamente en la propagación rápida de todo el vecindario”.
Lo que sucede, según explicó el intendente, es que cuando hacen uso de la normativa por la que el municipio realiza la limpieza y después lo cobra, “nos encontramos con sectores privados que nos han dicho que les conviene que limpie la municipalidad y pagar la multa”.
Accastello sostuvo que quienes realizan esta práctica tienen “desaprensión con la sociedad” y que por ello deben ser penados. Se podría sumar, pedido por el gabinete del accastellismo, la publicación de los nombres de los dueños. “Lo que me digan lo voy a hacer porque creo es un momento muy difícil”, dijo.
Sobre los casos, el intendente indicó que el pico de contagios se espera para Semana Santa y que luego habrá que esperar a que llegue algo de frío. Las bajas temperaturas, explicó, “lo que va a hacer es aletargar el dengue pero nos va a dar tiempo para que trabajemos para lo que va a ser septiembre y octubre, que van a ser meses muy críticos”.
