La Municipalidad de Córdoba relanzó el funcionamiento de la Guardia Urbana Municipal (GUM), con un perfil enfocado en la prevención, en el orden y en la convivencia en el espacio público. Bajo la órbita de la Justicia de Faltas, el nuevo despliegue busca recuperar las facultades para hacer cumplir el Código de Convivencia, en coordinación con otras áreas y fuerzas de seguridad.
Juan Manuel Aráoz, administrador de la Justicia de Faltas, es el responsable de este nuevo esquema. Desde su perspectiva, el rol de la GUM está claramente enmarcado dentro de las competencias municipales.
“La función de la Guardia Urbana es conservar y recuperar los espacios públicos para la familia. Una ciudad más ordenada es una ciudad más segura”, afirmó.
El plan prevé una presencia territorial progresiva en los principales parques, plazas y corredores, con especial atención en sectores como el parque Sarmiento, el Parque de las Naciones, la avenida Costanera y la excárcel de Encausados.
El concepto de “nuevo despliegue” implica la reintegración de la GUM a una lógica de trabajo vinculada con la aplicación concreta del Código de Convivencia. Esto incluye tareas relacionadas con el tránsito, el ambiente, espectáculos públicos, tenencia de perros peligrosos, ruidos molestos y ocupación indebida del espacio.
Aráoz explicó que el objetivo es actuar sobre las conductas que afectan la vida cotidiana de los vecinos.
“Hay mucho por hacer sólo con lo que marca el Código”, aseguró.
Uno de los ejes centrales es que la GUM vuelve a tener facultades para labrar actas.
Vuelta al Precon
El rol de la Guardia Urbana Municipal vuelve a concentrarse en las funciones originales del Programa de Prevención y Convivencia Ciudadana (Precon), lanzado en marzo de 2023 durante la gestión de Martín Llaryora.
El programa se implementó en 17 corredores comerciales de la ciudad y comenzó en el parque Sarmiento como prueba piloto. Cada móvil estaba tripulado por un promotor municipal y por un policía, encargados de controlar el cumplimiento del Código de Convivencia Provincial y Municipal. Los promotores podían labrar actas para que la Justicia de Faltas aplicara sanciones.
Con la llegada de Daniel Passerini a la intendencia, la GUM fue relanzada con un perfil más vinculado a la prevención del delito. Se incorporó personal del Etac, entrenado para catástrofes naturales, y se anunció que portaría armas de letalidad reducida. Sin embargo, no tenía atribuciones para intervenir ante infracciones de convivencia, lo que generó críticas por la limitada operatividad de los móviles.
La implementación no tuvo buena recepción vecinal. La presencia de los móviles no se traducía en acciones efectivas y, con la aparición del programa Cordobeses en Alerta en octubre de 2023, la GUM comenzó a perder protagonismo.
A diferencia de la Guardia Urbana, los móviles de Cordobeses en Alerta son conducidos por policías y tienen un canal de comunicación directa con los vecinos mediante WhatsApp.
El reciente desplazamiento de Claudio Vignetta de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y el traspaso de la GUM a la órbita de la Administración de la Justicia de Faltas abrieron paso a una nueva etapa.
Cambio de lógica
Con el regreso a la lógica de la convivencia, los móviles de la GUM volvieron a estar tripulados por becarios municipales y promotores de convivencia. Son quienes pueden intervenir ante infracciones en la vía pública, elaborar actas y remitirlas a la Justicia de Faltas, además de colaborar en operativos municipales de control y prevención.
Actualmente, el cuerpo está integrado por 300 becarios urbanos y por 150 promotores. Sólo 25 agentes cuentan con capacitación para usar armas no letales tipo Birnas, que se utilizarán únicamente en situaciones extremas. El personal del Etac ya no forma parte del dispositivo urbano.
Otro frente de intervención son las plazas y los parques, donde se establecieron guardias permanentes y dispositivos de vigilancia tecnológica. A través de cámaras domo de 360 grados, conectadas al centro de monitoreo municipal, se detectan situaciones sospechosas, como la posible venta de estupefacientes.
Cuando se registran conductas ilícitas o infracciones graves, se contacta directamente al 911, que comparte la misma central operativa. Esta articulación ya permitió reducir la actividad delictiva en zonas como la Plaza de la Intendencia y el paseo Sobremonte.
La implementación de nuevas herramientas tecnológicas es otro pilar de este nuevo modelo. Los móviles de la GUM están equipados con lectores automáticos de patentes (LPR) conectados al sistema del 911. Ante la detección de un vehículo con pedido de secuestro, se genera una alerta geolocalizada y se da intervención a la Policía. Este sistema ya se encuentra en funcionamiento y permite fortalecer la colaboración entre niveles del Estado.
Además, se prevé la instalación de 40 tótems de seguridad en espacios verdes. Cada uno tendrá una cámara de 360 grados y un botón de pánico, que permitirá a los ciudadanos comunicarse en forma directa con el centro de monitoreo. Ya se instaló un prototipo en el Parque de las Naciones, como experiencia piloto.
El plan incluye también la instalación de cámaras en 120 puntos de interés municipal, como CPC, museos, centros de salud y escuelas. Cada punto contará con tres cámaras, cuyas imágenes se visualizarán desde el mismo centro de monitoreo. La idea es prescindir de personal fijo en esos espacios y optimizar recursos mediante vigilancia remota.
En paralelo, la GUM prestará apoyo a otras áreas municipales en operativos de control de tránsito, habilitación de locales comerciales, control de espectáculos públicos y clausura de fiestas clandestinas. También colaborará en los procedimientos de alcoholemia y en situaciones que requieren acompañamiento en territorio.
El despliegue será progresivo y se enfocará, en una primera etapa, en plazas y en parques con alta afluencia, para luego extenderse a otros sectores estratégicos de la ciudad.
“El desafío es hacer cumplir las normas que ya existen, ordenar lo cotidiano y mostrar presencia efectiva en el territorio. Eso, en sí mismo, mejora la calidad de vida de los vecinos”, concluyó Aráoz.