Una inesperada y sorpresiva visita recibió una vecina de barrio Monte Grande, de Río Tercero, en la mañana de este jueves 27 de febrero.
Eran poco antes de las 8 cuando primero le pareció ver un perro, luego se dio cuenta de que se trataba de un felino y finalmente vio su porte silvestre y descifró que sería un puma.
Su temor fue contenido por dos motivos: porque advirtió que se trataba de un cachorro y por la ternura que mostraba el animalito.
Todo sucedió en un domicilio de calle Estanislao Zeballos, casi Ríobamba, que cuenta con un enrejado, por donde ingresó el animal al jardín.
La dueña de casa y un vecino al que pidió ayuda llamaron al área de Zoonosis Municipal para que fueran a rescatar al animal o gestionaran esa tarea. Enseguida personal de esa área se presentó con un palo y un lazo en su extremo y una red de fútbol.
Nadie sabe por ahora de donde provino.
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Con precaución se arrimaron al animal, el cual sin ofrecer ninguna resistencia dejó que lo atraparan con el lazo. Con cuidados fue arrastrado hacia una jaula donde fue introducido para empezar a darle otro destino.
En Zoonosis le contaron a La Voz que el animal tiene unos cuatro meses, por su tamaño y por observar también que ya cambió sus dientes.
Casi que no tienen dudas de que el animal estaba en cautiverio y que se pudo haber escapado. Creen que su madre fue victima de cazadores, aunque hay no hay certezas del origen aún.
En Zoonosis lo alimentaron con carne vacuna magra y el pequeño felino comió bien.
El felino será buscado por Policía Ambiental de la Provincia. Puede ser que lo deriven a Córdoba, al viejo Zoológico Municipal de la capital (hoy Parque de la Biodiversidad) para que allí lo evalúen, o que lo deriven a alguna reserva ambiental, como Pumakawa en Villa Rumipal, o a Tatú Carreta, en el Valle de Punilla.
En los últimos 10 años, se han rescatado o hallado cuatro pumas en la ciudad de Río Tercero.
La aparición en zonas urbanas viene siendo frecuente, sea por mascotismo ilegal o por ejemplares que llegan desde zonas rurales cercanas ante la pérdida de sus hábitats.
La tenencia de animales de fauna silvestre está estrictamente prohibida por ley.
