La Municipalidad de Córdoba inició una revisión de los controles por exceso de velocidad en los ingresos a la Capital provincial, luego de que varios automovilistas denunciaran falta de cartelería adecuada en esos sectores.
Las críticas se centraron en zonas de circulación rápida, como la avenida Armada Argentina y la ruta E-53, donde los conductores aseguran que no está claramente informada la velocidad máxima permitida.
Uno de los puntos más conflictivos estuvo en el acceso desde la ruta provincial 5, en el sector sur de la ciudad. Allí, los conductores advirtieron la existencia de un solo cartel que marca una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora, a pesar de que se trata de una autovía que conecta Córdoba con Alta Gracia, donde se circula habitualmente a más de 100 kilómetros por hora.
“Venís a 110 kilómetros por hora y es complicado bajar de golpe a 60, al menos hasta la zona de semáforos en cercanías a la Universidad Católica”, comentó un automovilista que recibió una multa. Otro conductor expresó: “Esto es un cazabobos, no vi ni solo un cartel antes del control”.
También hubo quejas similares en el acceso norte a la ciudad, por ruta E-53, que conecta a la Capital con Río Ceballos. Dicha vía tiene dos carriles por mano, con características de autovía y una circulación fluida, pero también presenta cartelería escasa respecto a los límites de velocidad una vez que se ingresa a la ciudad.
Cartelería en revisión
Frente a estas críticas, el subsecretario de Movilidad Urbana, Eduardo Ramírez, confirmó que la Municipalidad de Córdoba decidió revisar la situación de la señalización vial en los ingresos a la ciudad, pero negó que los controles fueran a discontinuarse por este motivo.
“Llevaremos a cabo una actualización de la señalización sobre las velocidades máximas permitidas en esas zonas y haremos estudios pormenorizados para saber si hay que cambiar algo respecto de lo que está fijado”, explicó en diálogo con La Voz.
No obstante, negó que se hayan suspendido los controles en general en dichas arterias. Y aclaró que los operativos se mantendrán “inalterables en calles y avenidas de la Capital tal, tal como se vienen llevando a cabo desde el primer día de agosto”.
Estos puntos de control incluyen arterias ya señalizadas, donde los inspectores municipales están habilitados a fiscalizar no solo la velocidad, sino también otros aspectos del tránsito, como la vigencia de la licencia de conducir, la Inspección Técnica Vehicular (ITV) y llevar a cabo pruebas de alcoholemia.
Como parte de la revisión anunciada, el municipio prevé realizar estudios técnicos en los ingresos clave a la ciudad para evaluar si las velocidades máximas actuales están adecuadamente señalizadas en función de las características de cada vía. “Se harán análisis pormenorizados”, reiteró Ramírez, quien anticipó además que se actualizará la señalización en aquellas zonas que así lo requieran.
Estos cambios –dijo– buscarán evitar confusiones. Mientras tanto, se continuará con la estrategia de fiscalización en el resto de la ciudad, donde los operativos se mantienen activos y sin modificaciones.
Tendencia a la baja
Los controles de velocidad comenzaron a realizarse oficialmente el pasado viernes 1° de agosto. En los primeros tres días de fiscalización (sábado y domingo no hubo operativos), se controló a un total de 1.671 vehículos. De ellos, 422 fueron multados por exceso de velocidad, lo que representa un 25,2% de la totalidad de automotores controlados.
En el primer día de fiscalización los resultados habían sido más altos: de 630 vehículos que pasaron por los puestos, el 45% resultó sancionado. Esto indica un fuerte impacto inicial de los operativos, con un promedio general de 557 controles por jornada y aproximadamente una multa cada cuatro autos controlados.
De acuerdo con el Código de Convivencia Ciudadana de la ciudad de Córdoba, las multas por exceso de velocidad pueden variar entre los $ 53.840 y los $ 323.040, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Estos altos montos de las sanciones generan también quejas por parte de muchos automovilistas, sobre todo en un contexto signado por una situación económica poco favorable para el trabajador promedio.
Si bien el municipio insiste en que los controles se realizan con un criterio de seguridad vial y en zonas donde ya hay cartelería visible, los reclamos por “falta de previsibilidad” y “señalización” se repiten por estos días en la ciudad.