Con la participación de jurados populares, comenzará este lunes en los Tribunales de la ciudad de Río Cuarto el juicio contra Heber David Lescano (37), quien está acusado de doble tentativa de homicidio por un cruento hecho producido hace más de 10 años, en un local bailable de cuartetos.
Fue el 19 de octubre de 2014, luego de la celebración por el 20° aniversario de la banda musical La Barra en el complejo multiespacio Club Ciudad. En ese momento, el boliche era administrado por Hugo Irusta, productor de espectáculos, funcionario del Centro Cívico de Río Cuarto y dirigente del Club Estudiantes. Irusta falleció en 2021 por Covid-19.
Eran más de las 6 cuando las promotoras Julay Gabriela Duval Ramírez y Micaela Argüello habían subido al primer piso para cambiarse de ropa y recibir por parte de Irusta el pago por su trabajo.
Según la acusación formulada por el fiscal Julio Rivero en 2015, “de manera intempestiva se presentó Lescano, pareja de Argüello y comenzó a increparlas”. El acusado pidió a las promotoras que lo acompañen a un cuarto de baño. Allí sacó un puñal, de 30 centímetros de largo y propinó estocadas en diferentes partes del cuerpo a Julay, “con la finalidad clara de darle muerte”.
Según versiones, el joven le reprochaba a la joven dominicana de 19 años, animar a su novia, Micaela, para que trabaje como promotora. Ante los gritos de las mujeres, habría intervenido un empleado del complejo, Juan Manuel Cuello, quien también resultó herido de arma blanca en el hecho.
Lescano tiró el cuchillo y se fugó del lugar. Horas después se presentó espontáneamente ante la Policía. Argumentó haber encontrado a Irusta y a las promotoras en una escena sexual, lo que le habría provocado un estado de “emoción violenta”.

Tras el ataque, Julay salvó su vida de milagro. Llegó al hospital con múltiples heridas cortantes en el cuello, en su rostro, en las manos y una lesión importante en la zona izquierda del abdomen que le provocó la pérdida de un riñón.
La mujer siempre reclamó por la impunidad del ataque. “Mi caso fue antes de todas las marchas #Niunamenos. Quedó en la nada. Mi abogado no me atiende, estaba involucrada gente importante y nosotras no teníamos seguro, nada”, dijo Julay a este diario en 2017.
El ataque fue un escándalo en Río Cuarto
El violento incidente de las promotoras en el Club Ciudad fue un escándalo en Río Cuarto. En defensa de Lescano, en su momento Micaela Argüello declaró haber sido víctima de abuso sexual por parte del funcionario Irusta. Se abrió por entonces otra causa por ese hecho, del que nunca se hallaron pruebas.
Lescano estuvo todos estos años en libertad. Sus familiares han llegado a sostener que su reacción se debió a que “se encontró con una orgía” en la planta alta del boliche.
Julay siempre lo desmintió, sostuvo que Lescano ya habría tenido otras actitudes violentas con su novia y que esa madrugada le reprochaba a ella por el trabajo de promoción que habían tomado.
De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, Lescano entonces tenía 26 años. Había dejado la carrera militar, estudiaba abogacía y llevaba siete años en pareja con Argüello. Según su declaración, esa madrugada había quedado en ir a buscar a su novia y como no salía del boliche, él ingresó y la encontró supuestamente drogada con Julay e Irusta en una escena sexual.
Sostuvo que le dio “como un ataque de nervios” y que no recuerda lo que hizo esa noche.
Una versión diametralmente opuesta dieron Julay, Irusta y un testigo, que dijo haber estado hablando con el dueño del boliche cuando se escucharon gritos. Aseguran que las promotoras y el agresor estaban en el baño. Aparentemente Lescano no las dejaba salir. El que intervino fue otro empleado, Juan Manuel Cuello, quien también resultó herido en el forcejeo para ingresar al sanitario. Julay yacía sangrando.
Se presume que Lescano la dio por muerta y huyó del lugar. La joven perdió un riñón, pero salvó milagrosamente su vida.
“La cantidad, calidad, ubicación y peligrosidad de las lesiones sufridas por Julay Duval y Juan Manuel Cuello, constituyen signos más que reveladores e inequívocos del propósito homicida que guió el accionar del imputado”, concluye la acusación de Rivero.
El fiscal descartó el estado de emoción violenta del acusado, y concluyó que no había pruebas de ningún abuso sexual.
La acusación destaca que Lescano ya fue armado con el cuchillo al boliche y que estuvo en condiciones de elegir al destinatario de su agresión. Emprendió contra Duval y no atacó a Irusta ni a Micaela, su novia.
“Repárese que Lescano poco tiempo después del hecho, se hizo presente en la propia sede policial de Abilene, en óptimas condiciones anímicas (…) no advirtiéndose ninguna anomalía o alteración visible en su sensorio en dichas circunstancias”, destacó el fiscal Rivero.
La decisión de presentarse ante la Policía, que tomó hace casi 11 años, le sirvió al imputado para esperar el juicio en libertad.