El Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Mario Lugones, emitió este sábado un contundente comunicado federal en apoyo al Calendario Nacional de Vacunación. Este documento fue firmado por los ministros de Salud de 22 provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
La declaración se produce tras el fuerte revuelo generado por una jornada antivacunas que tuvo lugar el jueves en un anexo del Congreso. El texto, sin embargo, no contó con la adhesión de la Provincia de Buenos Aires y Formosa.
La cartera nacional, en conjunto con las provinciales, respaldó las vacunas como “herramientas fundamentales de la salud”. Subrayaron que cada dosis cuenta con “décadas de uso seguro” y está respaldada por “evidencia científica sólida”.
El texto afirma que la vacunación demostró su eficacia para prevenir enfermedades graves y la muerte de millones de personas. El comunicado llega en un contexto donde ya se registraron brotes de enfermedades previamente erradicadas, como el sarampión, a raíz de una caída generalizada en la tasa de vacunación.
Rigurosidad científica y control
El documento de la Declaración Federal enfatizó que, antes de ser incorporadas al calendario, todas las vacunas atraviesan “evaluaciones rigurosas que garantizan su calidad, seguridad y efectividad”. Este estándar de seguridad y control se mantiene a lo largo del tiempo mediante procesos permanentes de seguimiento.
El Ministerio de Salud de la Nación recordó que la aplicación efectiva de las vacunas en todo el país es una responsabilidad compartida. Esto requiere el trabajo coordinado entre la Nación, encargada de la adquisición y distribución, y las provincias y municipios, responsables directos de la vacunación de la población. El compromiso asumido es común, dado que “proteger a nuestros niños es la prioridad”, sostiene el texto.
El impacto de la jornada negacionista
La polémica jornada que motivó esta respuesta se extendió por más de seis horas en el anexo de la Cámara de Diputados. El evento fue organizado por la diputada de Pro por Chaco, Marilú Quiroz.
Legisladores de distintos bloques ya habían advertido previamente sobre el riesgo de difundir información no fundada. Durante la exposición, se presentaron argumentos negacionistas y se habló de supuestas secuelas sin pruebas.
Lorena Diblasi, licenciada en Biotecnología, presentó a un hombre que exhibió supuestas secuelas de “magnetización” tras la aplicación de dosis de la vacuna Covid-19, sosteniendo que los objetos metálicos “se le pegan” al cuerpo.
Otras disertaciones vincularon el incremento de los casos de autismo con la aplicación de vacunas como la Triple Viral. También se llegó a afirmar que la pandemia fue “un invento” y que las vacunas se constituyeron como “un negociado”.
La postura de Buenos Aires
El texto fue aprobado por todos los distritos, a excepción de la Provincia de Buenos Aires y Formosa. Desde la cartera bonaerense, dirigida por Nicolás Kreplak, se informó que ningún funcionario del Gobierno nacional se comunicó con ellos para sumarse a la iniciativa.
Aunque aseguraron que hubieran acompañado la declaración, criticaron la actitud de la Nación de permitir este tipo de actividades. “Más serio sería que no fomenten a los antivacunas y listo”, cuestionaron fuentes desde la capital bonaerense. El encuentro se había desarrollado con la autorización del presidente de la Cámara, Martín Menem.
El comunicado conjunto ratifica la convicción de que la vacunación es una “política sanitaria indispensable” y reitera el compromiso federal para garantizar que “cada persona acceda, de manera gratuita y oportuna, a todas las vacunas del calendario”. Este consenso busca fortalecer la confianza pública frente a los riesgos de la desinformación sanitaria.
