Cientos de fieles caminaron este miércoles por las calles de barrio Altamira, de la ciudad de Córdoba, para pedir por “paz, pan y trabajo” al patrono San Cayetano.
La tradicional procesión para esta fecha acompañó a la figura del santo con velas, espigas de trigo, rosarios y rezos en agradecimiento y petición.
Como cada 7 de agosto, la procesión por el Día de San Cayetano comenzó a las 16 en punto con la presencia del obispo auxiliar Horacio Javier Álvarez y cientos de fieles que acompañaron la figura con un ritmo lento por todo el barrio.
El recorrido partió desde la Iglesia San Cayetano, ubicada en Río Paraná al 1.200, y pasó por las calles internas del barrio hasta regresar a la parroquia, donde finalizó con la tradicional misa. En esta ocasión, y aprovechando el día soleado que acompañó durante toda la tarde, la ceremonia se llevó a cabo en las afueras de la parroquia, sobre la calle Río Paraná.
Una caminata en agradecimiento
El recorrido con la figura de San Cayetano tuvo una distancia de unos dos kilómetros dentro del barrio, acompañado por alrededor de 500 fieles que se hicieron presentes. En su mayoría, adultos mayores dominaron la caminata, aunque también se lograban ver niños y jóvenes en menor medida.
Durante el recorrido, que se hizo a un ritmo lento pero sostenido, los presentes ofrecían alabanzas y cánticos en agradecimiento al patrono, principalmente por el pan y el trabajo.
Graciela, una de las fieles que acompañó toda la procesión, sostuvo: “Yo ya estoy jubilada, pero pido y agradezco siempre el pan y el trabajo de mis hijos para que nunca les falte”, confesó y agregó: “Todos los años venimos a la procesión, por lo menos un integrante de la familia se hace presente para pedir por todos los integrantes”.
La misa
Minutos antes de la ceremonia, el cura párroco Hugo Carrillo dialogó con La Voz e hizo una reflexión acerca de la procesión y destacó la presencia y la fe de los fieles que acompañaron: “Creo que en este momento la gente busca la fe como esa ayuda que nos acerca a Dios y, sobre todo, buscando la dignidad del pan”.
“Es lo que pide la gente, el pan de cada día, y lo quieren digno, no lo quieren como migajas, no lo quieren como subsidios, lo quieren con trabajo”, manifestó Carrillo y agregó: “Desde mi humilde consideración, entiendo que es por lo que más vienen a pedir, por el pan de cada día y que sea digno”.
En tanto, no dejó pasar la oportunidad para mencionar y engrandecer el trabajo de las instituciones en estos tiempos: “Tenemos que agradecer que al país, como tejido social, lo seguimos manteniendo y trabajando todas las instituciones. Ahora yo creo que tampoco hay que tenerle miedo a la expresión pública porque nos ayuda a buscar puntos en común y trabajar con ellos para el bien de todos”, expresó el cura de la parroquia.
La ceremonia, con la que concluyó la procesión, fue presidida por el obispo auxiliar de Córdoba Horacio Javier Álvarez, acompañado también por el cura parroquial Hugo Carrillo, entre otros.
En las lecturas iniciales, además de la “paz, pan y trabajo”, se pidió por “la pronta aparición del niño Loan”, uno de los principales casos que tiene en vilo a todo un país.
El obispo, en su celebración, pidió “profundizar la oración para todo este año y pedir por los que menos tienen” como una de las principales peticiones a sus fieles.
Durante toda la ceremonia, y aun ya finalizada, los devotos aprovecharon para pedir, agradecer y sacarse fotos. Algunos solicitaban la bendición de los sacerdotes que estaban presentes.
La ceremonia en el Día de San Cayetano se extendió durante todo el miércoles con celebraciones, misas y actividades en torno a la parroquia de barrio Altamira. Además, varias iglesias y parroquias más acompañaron con misas, como, por ejemplo, La Merced, ubicada en el centro de la ciudad de Córdoba.