Estupor, sorpresa y temor. Todo eso tienen por estas horas los habitantes de la zona de Rivadavia, en la provincia de San Juan, y que tienen como uno de los atractivos de la zona el dique Partidor de San Emiliano.
Es que desde hace varios días, en la costa de ese espejo de agua se fueron amontonando una serie de “gualichos” arrojados en la represa y que terminan en la zona ribereña.
El último y llamativo hallazgo es un barco pequeño realizado en cartón prensado que transportaba una supuesta “brujería”.
Un gualicho que sería brujería
En el mástil de la vela colocaron una muñeca vestida de amarillo y, en el interior, una foto de mujer, dos muñecas más, dos muñecos bebés, juguetes de bebés y velas amarillas.
Quedó encallado sobre un manto de totora por lo que permanece en las compuertas del dique desde hace varios días.
Según informó Diario de Cuyo, la gente que trabaja en el lugar dijo que es habitual que este tipo de elementos aparezcan flotando en el agua y se queden estancados en las compuertas. No negaron que los empleados tienen cierto temor cuando aparecen.
Un oficial de la Policía que hace adicionales en este dique dejó en claro lo que piensa a ese medio: “Sabemos que ese barquito sigue ahí así que ni nos acercamos al lugar por las dudas. Seguro que se trata de una brujería, pero no sabemos si se trata de magia blanca o magia negra, pero es que como que ya nos estamos acostumbrando a ver estas cosas”.
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El efectivo precisó que un barco llevaba un par de rollos de billetes y otro, unas alianzas atadas con una piola roja. También vio un gualicho con muñecos amarrados y otro hasta una mesa servida con todos los accesorios necesarios.
“No sabemos de dónde provienen estos barquitos. Solo vemos que la corriente los arrastra hasta las compuertas del dique donde quedan estancados. Ahí están hasta que el vaivén del agua los desarma y arrastra hacia otro lugar. Nadie los toca por precaución. Uno de mis compañeros le teme a estas cosas de brujería así que cuando le toca trabajar se cuelga en el cuello una gran cruz para protegerse”, contó el policía sanjuanino sobre los raros gualichos del dique.
Respecto a la zona, el oficial consultado detalló está cerrada al público y cuenta con escasa iluminación por lo que se convierte en un escenario ideal para realizar rituales, especialmente en la zona de cañizos que limita con el lago.
En tanto, una especialista en esoterismo explicó que esos barcos extraños serían rituales de amarre y separación de parejas, de fertilidad y de abundancia económica.
Qué es un “gualicho”
De acuerdo con la definición del término, muy usado en Argentina y Paraguay, se trata de una práctica o encantamiento supersticioso que se realiza para causar daño a otra persona o atraer el amor de alguien.
El Gualicho (en mapudungun, “alrededor de la gente”, véase Erize) también conocido como Gualichú, Walichú, Hualicho o Gualitxo; es un tipo de espíritu o ser dañino presente originalmente en las mitologías aborígenes del Sur Americano; en las etnias Ranquel, Pampa, Mapuche, y principalmente en la cultura Tehuelche.
