El parque que se extiende entre el Centro Cívico y la Legislatura de Córdoba comenzó a transformarse. En un predio de 36 mil metros cuadrados, el Gobierno provincial impulsa una intervención que busca reconvertir un terreno con infraestructura básica en un parque arbolado y vivo, con más de un centenar de especies nativas, espacios recreativos y nuevos senderos que se integran al paisaje urbano.
La obra, de gran escala, forma parte de una estrategia de puesta en valor del entorno del Centro Cívico, uno de los sectores más transitados y visibles del área central.
Además, se complementa con un proyecto inédito sobre los puentes del Bicentenario, donde se incorporará vegetación que caerá visualmente hacia las aguas del Suquía, creando el primer “puente verde” de la ciudad.

El nuevo parque no solo ampliará la superficie verde en el centro, sino que también cambiará la experiencia de quienes transiten a diario entre el Panal, la Legislatura y barrio General Paz. La idea es generar un espacio de encuentro abierto, sin rejas, con seguridad y con un diseño que priorice la sombra y la biodiversidad.

Según adelantaron fuentes del Ministerio de Obras Públicas, la obra civil concluirá en un mes y medio, mientras que el acondicionamiento final del suelo y la plantación de especies se extenderán hasta fines de enero, cuando el parque esté listo para florecer en su totalidad.
El proyecto prevé un sistema integral de riego y drenaje que permitirá conservar el verde durante todo el año. En el subsuelo se construye una cisterna de 60 mil litros que se abastecerá con el agua de un pozo existente, el mismo que alimenta la fuente del Panal.
El riego será mixto: por goteo en los canteros y por aspersión en las áreas de césped, lo que garantizará un aprovechamiento eficiente del recurso.
Uno de los aspectos más llamativos de la obra es la recuperación y modernización de toda la red eléctrica interna. Se reemplazan las columnas antiguas por estructuras nuevas que cumplen con la Ley de Riesgo Eléctrico, con cableado subterráneo y cajas de seguridad en altura.
También se incorpora iluminación de bajo consumo y mobiliario urbano con un lenguaje coherente con el entorno.
Vegetación y diseño
En cuanto al diseño paisajístico, el proyecto propone un recorrido sinuoso que sigue las huellas naturales del uso vecinal. El sendero principal será de hormigón peinado y estará bordeado por pequeñas paredes de pirca serrana, donde se integrarán plantas de baja altura para formar un borde ajardinado. A lo largo del camino habrá bancos y zonas de descanso.
El parque contará además con un sector de juegos infantiles innovadores. En el lugar donde actualmente se ubica el tobogán, se instalará un conjunto de estructuras de madera sustentable, entre ellas un caracol gigante y figuras orgánicas con forma de gusano. Será un espacio lúdico pensado con criterios de diseño inclusivo y materiales naturales.
Del otro lado de las vías se desarrollará un sector deportivo con aparatos de calistenia de gran tamaño y juegos gimnásticos. También se trazará un recorrido para correr y se habilitarán dos caniles, lo que ampliará el uso del parque como punto de encuentro para personas con mascotas.
Un nuevo pulmón verde
El componente vegetal es uno de los ejes centrales de la intervención. Hasta el momento se plantaron 105 ejemplares y se esperan 70 más, entre chañares, ceibos, jacarandás y pezuñas de vaca. Todas las especies son nativas o adaptadas al ecosistema del Espinal y del Monte Chaqueño, las dos regiones biogeográficas que confluyen en Córdoba.
Antes de la obra, el parque contaba con apenas 30 árboles dispersos, entre ellos algunos algarrobos y lapachos. Con la nueva forestación, el sitio pasará a ser uno de los más arbolados de la zona, generando un microclima que amortiguará el calor urbano y contribuirá a la absorción del agua de lluvia.
La intervención incluye una mejora profunda del suelo. La tierra original —de mala calidad— está siendo retirada y cribada con zarandas. Luego se mezcla con cáscara de maní, un material orgánico abundante en la región, para mejorar su aireación y estructura. Este tratamiento permitirá un crecimiento más vigoroso de las raíces y un césped más denso.
El primer puente verde
El nuevo parque se integrará al corredor peatonal que une el Centro Cívico con la Costanera y con barrio General Paz. Su cercanía con los puentes del Bicentenario permitirá completar un circuito verde que, además de revalorizar el entorno, ofrecerá nuevas visuales sobre el río.

En esos puentes se desarrollará otra intervención innovadora: se colocará vegetación colgante que caerá visualmente hacia las aguas del Suquía, generando una postal inédita para la ciudad. Será el primer puente verde de Córdoba, un símbolo de conexión entre dos márgenes históricamente separadas.
El proyecto combina obra pública, paisajismo y restauración ecológica. No se trata solo de embellecer un espacio, sino de resignificarlo: convertir un área residual en un parque contemporáneo, pensado para el encuentro y el descanso. Cuando el verano llegue a Córdoba, ese nuevo pulmón verde —entre el cemento del Centro Cívico y las calles de General Paz— ofrecerá una nueva sombra donde detenerse a respirar.