La comuna de La Serranita apostó a mejorar la accesibilidad en materia de turismo y logró un financiamiento para desarrollar un plan estratégico en esa línea. La compra de una silla anfibia para que las personas puedan ingresar al río es el comienzo de un proceso que implica dotar al pueblo de soluciones para personas con discapacidad pero también con movilidad reducida.
Fue posible a través del Fondo Complementario de Obras de Infraestructura para Municipios, Comunas y Comunidades Regionales (Focom) en el marco del Programa Provincial de Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad y sus instituciones.
Además de la silla anfibia, la comuna destinará el resto del presupuesto de $ 9.500.000 a la construcción de una rampa de acceso al balneario, una pasarela en el sector El Bosquecito y rampas en diferentes edificios públicos.
“Cuando presentamos el proyecto tuvimos la intención de hacer una localidad más inclusiva que responda a las necesidades de su población de movilidad y de esparcimiento seguros”, dijo el presidente comunal Carlos Guzmán.
Desde la comuna entienden que la topografía preponderante de la localidad del valle de Paravachasca, cercana a Alta Gracia, pedregosa y con desniveles, dificulta que todas las personas puedan ingresar al río por lo que la incorporación de la silla anfibia responde a una necesidad de una parte de sus vecinos y de los visitantes que la eligen.
“Vamos a capacitar al personal para ofrecer un servicio adecuado a la comunidad”, agregó Guzmán.
El objetivo de la administración local es que el puntapié de la silla anfibia colabore con una mayor concientización desde el sector privado. En la actualidad son pocos los alojamientos accesibles en esa zona, como en toda la provincia.
“Para los gestores de turismo no implica un costo mayor. Se pueden encarar estas iniciativas con una planificación previa que contemple lo que necesita la gente”, dijo el presidente comunal.
Según el último censo, La Serranita tiene una población estable de 1.100 habitantes que puede cuadruplicarse en la temporada estival. Su balneario junto al rio Anisacate es muy concurrido.
Qué es una silla anfibia
Es una silla especial para personas con poca capacidad motriz adaptable a diferentes terrenos y geografías.
Al frente de Champa Bike, desde el Valle de Calamuchita, Alejandro Piccione desarrolló diferentes modelos según la necesidad. La silla que adquirió La Serranita es la versión Yaku, que pudo verse también en los balnearios municipales de Santa Rosa de Calamuchita.
“Fue una grata sorpresa conectar con gestores jóvenes que tienen una mirada promotora sobre la accesibilidad”, reflexionó Piccione.
En la próxima semana, Villa del Dique sumará dos sillas anfibias que forman parte de un plan integral de refuncionalización de su camping. Mientras, Despeñaderos también incorporará un dispositivo.
Villa Cura Brochero se mostró interesado en disponer de una silla anfibia. En los últimos años, esa localidad del Valle de Traslasierra desarrolló instalaciones que permiten desplazarse y acceder al río de manera segura y brinda información turística traducida al sistema braile para personas ciegas.
Una iniciativa para imitar
Inicialmente, Piccione creó la silla en 2018 para satisfacer la demanda de muchos de sus huéspedes del complejo Cultura Serrana, en Santa Rosa de Calamuchita, que querían acudir al río.
Luego la demanda comenzó a crecer e incursionó en el desarrollo de un modelo monociclo para senderismo. Con ella, hasta personas que no caminan llegaron a la cima del Champaquí en la silla.
Actualmente se pueden encontrar estas sillas en distintos parques nacionales del país –incluida la Quebrada del Condorito– y en algunas localidades argentinas que promueven el turismo accesible.
Turismo accesible
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (2023) 1.300 millones de personas –alrededor del 16% de la población mundial– tienen un alto grado de discapacidad.
El acceso para todas las personas a las infraestructuras, productos y servicios turísticos debe estar en el centro de cualquier política de turismo responsable y sostenible. La accesibilidad no se refiere únicamente a los derechos humanos.
Además es una oportunidad de negocio para los destinos y las empresas para acoger a todos los visitantes, en igualdad de condiciones, e incrementare sus ingresos.