Apenas el 5 por ciento de las fotografías que se publican en redes sociales con el antes y el después de un procedimiento estético reflejan de forma fidedigna el resultado del tratamiento.
La comparación del antes y el después a través de fotos es el modo en que en cirugía estética se evalúan los resultados de un tratamiento. A diferencia de otras especialidades que usan ensayos clínicos o pruebas de imagen, los cirujanos plásticos se guían por fotografías de antes y después para elegir técnicas.
Sin embargo, la publicación de estas imágenes en redes sociales lleva a que muchos pacientes se basen en ellas para tomar la decisión de los tratamientos que desean y el cirujano que quieren que los opere. En concreto, el 62 por ciento de los usuarios de medicina estética recurren a las redes sociales para informarse y el 90 por ciento lo hacen en Instagram, según un estudio publicado en Medicina Estética.
Antes y después de cirugías estéticas en redes sociales no son reales
El cirujano plástico facial Francisco Gómez Bravo destacó que esta influencia de las redes sociales “preocupa” a los especialistas. De hecho, en 2019, Plastic and Reconstructive Surgery Journal ya hablaba un “marco para la creación de un contenido ético y profesional en social media”, mientras que un estudio de Aesthetic Surgery Journal a tres millones de usuarios de Instagram advertía que las cuentas con un mayor número de seguidores contienen imágenes “con sesgo fotográfico”.
Todo eso llevó a algunos países a regular estas publicaciones. El gobierno de Australia se convirtió en el primero del mundo en introducir una regulación estricta, que contempla la suspensión de la licencia a los cirujanos que hagan un uso inadecuado y sanciones económicas.
En otros países, como Francia, Brasil y Turquía, las sociedades científicas y colectivos profesionales prohibieron a sus asociados publicar estas imágenes del antes y el después para promocionar sus tratamientos.
El especialista precisó que son pocos los casos en los que se ha detectado que se emplea esta herramienta con un uso fraudulento y que, en la gran mayoría de los usos poco adecuados, se hace sin intención, como consecuencia de una falta de formación en la toma de las imágenes.
Cómo distinguir si las fotografías verdaderas
- La iluminación debe ser consistente en ambas imágenes, de forma que la luz venga del mismo lugar y apunte en el mismo ángulo.
- La postura de las personas que aparecen en ellas debe ser idéntica, ya que una variación puede simular efectos inexistentes.
- La expresión de la persona tiene que ser la misma en caso de que se trate de un antes y después facial.
- También el maquillaje porque, de lo contrario, pueden producirse efectos no reales en la piel.