SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, lanzó este sábado su vehículo espacial de propósito interplanetario Starship desde la base que posee en Boca Chica, Texas pero poco después del despegue un propulsor explotó y el vehículo se detonó antes de alcanzar su altitud objetivo.
Se trata del segundo intento de enviar este cohete gigante en un vuelo de prueba casi orbital, tras el fracaso del primero en abril. La trayectoria para el vuelo era parecida a la del primer lanzamiento.
“Starship despegó con éxito gracias a la potencia de los 33 motores Raptor del Super Heavy Booster y superó la separación de etapas”, aseguraron desde SpaceX en su cuenta de la red social X (antes Twitter) y felicitaron a su equipo “por una emocionante segunda prueba de vuelo integrada”.
”El propulsor experimentó un rápido desmontaje no programado poco después de la separación de etapas mientras los motores de Starship funcionaban durante varios minutos en su camino al espacio”, explicaron sobre la explosión que se produjo.”
“Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de
nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria”, reflexionó la compañía
Cómo fue el despegue
El cohete empezó a elevarse a las 12.03 UTC (hora universal coordinada), dos segundos y medio después de que el propulsor encendiera sus 33 motores Raptor alimentados por un propulsor combinado de metano líquido y oxígeno líquido.
Entre el entusiasmo general de los trabajadores de Space X que seguían el vuelo desde la base de Boca Chica, dos minutos y 50 segundos después del despegue, el propulsor apagó sus motores.
El enorme vehículo alcanzó el momento de máxima presión aerodinámica a los 52 segundos del despegue con velocidades superiores a los 2.150 kilómetros por hora.
La etapa Starship encendió los suyos dos segundos más tarde para separarse del propulsor Super Heavy y emprender su parte del vuelo.
A continuación, Super Heavy realizó una maniobra de giro mediante un reencendido de motor para regresar a tierra a los ocho minutos de vuelo.
Sin embargo, poco después un propulsor explotó y el vehículo se detonó antes de alcanzar su altitud objetivo.
El segundo vuelo de prueba de SpaceX estaba siendo observado de cerca por la Nasa, que cuenta con esta nave para sus misiones de regreso a la Luna. Sin embargo, el desarrollo de Starship no parece ser lo suficientemente rápido como para estar a la altura de las necesidades de la Nasa que firmó contrato con la empresa de Musk.
El mayor cohete construido
La nave espacial Starship y el cohete Super Heavy de SpaceX (denominados colectivamente Starship) representan un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para transportar tripulación y carga a la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y más allá.
Starship es el vehículo de lanzamiento más potente desarrollado en el mundo, capaz de transportar hasta 150 toneladas métricas totalmente reutilizables y 250 toneladas métricas prescindibles.
La Starship, por su parte, siguió ascendiendo durante seis minutos hasta alcanzar el espacio y luego apagó sus motores con el objetivo de rodear la Tierra en una trayectoria suborbital de 90 minutos a un mínimo de 150 kilómetros de altura.
Con nueve metros de diámetro, la nave espacial Starship tiene 50 metros de altura y está montada sobre el propulsor Super Heavy, de 70, equipado con 33 motores Raptor.
El primer intento
El 20 de abril pasado, la compañía que lidera Musk intentó orbitar su Starship por primera vez pero los problemas con la separación de etapas antes de alcanzar la altitud orbital obligaron a que el cohete se autodestruyera sobre el Golfo de México a los cuatro minutos de vuelo.
Trozos de hormigón fueron catapultados por la potencia de los motores y se produjo un incendio en un parque regional cercano. El regulador aéreo estadounidense (FAA) abrió una investigación antes de dar finalmente luz verde el miércoles a un segundo vuelo.
Después de esa experiencia y para el segundo despegue Space X reforzó los cimientos de la plataforma de lanzamiento que quedó destrozada luego del primero.
También para mitigar daños se ha construido un deflector de llamas de acero refrigerado por agua y se instaló y probó un sistema de “diluvio” de agua para atenuar las ondas acústicas y limitar las vibraciones.