Los martes, apenas empieza la temporada de frío, son un clásico en San Francisco porque a la tarde muchas mujeres se reúnen a tejer con fines solidarios.
Todas concurren al Superdomo en el marco de la campaña “Al frío le ponemos corazón” donde el municipio aporta las lanas y ellas las agujas, el oficio y el sentido solidario.
Todo lo que se produce cada tarde – y verdaderamente es mucha cantidad porque asisten al menos 100 personas – es entregado a diferentes actores sociales o instituciones dedicadas a ayudar a sectores vulnerables. Ellas mismas pueden comprobarlo porque pasan allí a retirar los paquetes.
En la última jornada aplaudieron valorando la tarea de dos espacios, uno el comedor La Virgencita de barrio Parque – que tiene también una cooperadora de reciclaje – y el ropero comunitario de María Rosa Marino que es enfermera en barrio Bouchard.
La actividad es coordinada por el Consejo Municipal de la Mujer que aporta las lanas, la merienda y organiza un show musical donde también hay baile y aplausos. En paralelo todas han formado un círculo de amistad y satisfacción de saber que su oficio tiene un gran valor.
Empezamos a hacer años atrás un ropero comunitario con ropa y calzado para aquellos que tienen necesidades en la familia. Las mantas vienen muy bien porque hay muchas personas que las necesitan en el barrio.
“El Consejo de la mujer junta todo lo que es de abrigo y se entrega a instituciones de distintos barrios. En esta oportunidad fueron un ropero comunitario encabezado por una enfermera en barrio Bouchard y el comedor La Virgencita de barrio Parque”, dijeron.
Según informaron, La Virgencita se llevó 10 frazadas, gorros y pulloveres; barrio Bouchard 6 frazadas, gorros y chalecos tejidos. La semana entrante se les entregarán a dos instituciones más y así cada martes de la campaña que suele estirarse hasta agosto.