Con las declaraciones de Gabriela González y María Fernanda Martín concluirá este miércoles la ronda de testimonios de las mamás que perdieron sus hijos o sufrieron descompensaciones súbitas en el hospital Materno Neonatal entre marzo y junio de 2022.
Gabriela González es la mamá de I., una beba que nació el 26 de abril con con 2,830 kilos, sana, luego de una gestación de 36 semanas.
En la etapa de instrucción, esta mujer, entonces de 35 años, contó que mientras estaba en la sala de recuperación Brenda le pidió a la beba. “Se la di, ella giró sobre sus pasos y me dio la espalda. Caminó dos pasos alejándose de mi cama. La beba pegó un grito fuerte, de llanto en serio, como cuando te pellizcan. Entonces, Brenda se acercó hasta su compañera y se la dio. La compañera le dijo ‘Ahhh, es con vos que lloran’”, relató.
“Tenía mangas largas; no le vi nada, nunca me imaginé nada”, dice Gabriela.
Es lo más parecido en todos los relatos al momento en que se produce un pinchazo. Como en otros casos, donde se repite el patrón de marcas de pinchazo y ropa cambiada y ensangrentada, también aparecieron esas marcas en la ranita de I. “En el pantalón de abajo, el de algodón, había una mancha de sangre. La sangre estaba fresca, mojada, y era del tamaño como de la boca de una taza, enorme. Después, en casa, intenté sacarle esa mancha y no salía, el pantalón dio vueltas hasta que lo tiré; no lo tengo más”, contó.
Tuvo un encuentro, que ahora luce sugestivo, con Brenda Agüero. Su beba estuvo 11 días internada. “Un día me la crucé a Brenda en un pasillo y me preguntó cómo estaba mi bebé. Yo le dije ‘ahí, mejorando’. Me preguntó también si me habían dicho al final qué le había pasado a mi bebé y yo le dije que no, que nadie me decía nada”, relató. “Me dijo que ‘cómo no iban a saber los médicos lo que tiene tu beba’”, textual.
Gabriela le preguntó entonces cómo se llamaba. “Brenda”, le respondió. “Le consulté si se había dado cuenta de que mi bebé estaba mal, porque ella es la que fue a buscar a la neonatóloga. Yo supuse que ella se había dado cuenta de algo. Y me dijo que sí, que cuando la alzó notó que le faltaba el oxígeno, que debajo de la nariz tenía un color gris azulado y que cuando le revisó el pañal le vio sangre”, rememoró.
María Martín es la mamá de P., una beba que sufrió lesiones en la fatídica guardia del 6 y el 7 de junio de 2022, en la que murieron dos recién nacidas y pudieron ser salvados en terapia P. y M. Su hija recibió un pinchazo en la espalda, que le generó una lesión en forma de cicatriz que aún hoy tiene. Fue salvada porque se dieron cuenta, tras dos casos mortales, de revertirle el proceso de potasio. La beba estuvo 16 días en terapia.
