En los últimos meses, cada vez más viajeros informan sobre problemas al ingresar a Estados Unidos, desde interrogatorios exhaustivos hasta deportaciones.
Para evitar inconvenientes, es clave conocer los requisitos de entrada y qué aspectos pueden generar mayor escrutinio en la aduana estadounidense.
¿Tu visa o ESTA coincide con tu propósito de viaje?
Según una nota publicada en The New York Times, los agentes de migración tienen la facultad de denegar la entrada si sospechan que un viajero planea actividades diferentes a las permitidas por su visa o Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA, por sus siglas en inglés).
Según el abogado de migración Michael Wildes, casos como perfiles de LinkedIn que indican Open to Work (disponible para trabajar) pueden ser suficientes para levantar sospechas. La clave es que los documentos de viaje reflejen con precisión la razón de la visita.
Cuidado con la revisión de tu teléfono y redes sociales
Las autoridades de EE.UU. pueden solicitar acceso a los dispositivos electrónicos de los viajeros. En algunos casos, revisan redes sociales, correos electrónicos y chats en busca de información que pueda contradecir el propósito declarado del viaje.
El abogado Tom McBrien, experto en privacidad digital, recomienda tomar precauciones antes de viajar, como:
- Eliminar contenido innecesario de los dispositivos.
- Desactivar el reconocimiento facial o de huella digital para desbloquear el teléfono.
- Apagar el celular antes de pasar por el control migratorio.
¿Pueden negarte la entrada por no desbloquear tu teléfono?
Si bien a los ciudadanos y residentes permanentes no se les puede prohibir la entrada, negarse a desbloquear un dispositivo puede generar demoras. Para turistas y viajeros con visa o ESTA, la negativa puede resultar en la denegación de ingreso.
Si un agente determina que no podés ingresar a EE.UU., podrías enfrentar la deportación inmediata o la opción de retirar tu solicitud de ingreso y regresar a tu país sin consecuencias graves.
Expertos recomiendan siempre responder con honestidad, conocer las leyes de migración y, si es necesario, solicitar asesoramiento legal.