Comienza a caer la noche del miércoles y llama la atención el movimiento que persiste en la primaria Jorge Raúl Recalde. Es que los padres de los alumnos tomaron la decisión de ocupar la escuela. Allí se quedarán, dijeron, hasta que la Justicia les dé una respuesta ante una denuncia por un caso de abuso de una niña.
En ese punto geográfico de barrio Sol Naciente, en el noroeste de la ciudad de Córdoba, los días se agitaron cuando una estudiante de 12 años –de quien se reserva la identidad– contó a su madre que durante un viaje de egresados del mes de julio fue “abusada por un coordinador”.
“Sabíamos que algo había pasado ni bien volvimos del viaje, el 18 de julio. Mi nieta había contado que una niña se había largado a llorar porque un varón la había abusado. Ante esto, la llevamos al Polo de la Mujer, pero por fortuna nos dijeron que con ella no pasaba nada”, contó una abuela sin ahorrar críticas al “accionar lento de la Justicia”.
Y si bien el viaje de estudio fue entre el 11 y el 18 de julio, la denuncia por abuso de parte de la familia de la niña afectada se realizó –también en el Polo de la Mujer– el 5 de agosto.
“Ella no quería hablar (por la estudiante de 12 años) porque se sentía mal ante lo que le pasó. Cuando decidió hablar lo hizo. Pero hasta hoy no hemos tenido respuestas de parte del Polo de la Mujer”, repudió otro miembro de la comunidad educativa.
Este medio intentó contactar con la directora del establecimiento, quien de momento explicó que no iba a poder hacer declaraciones.
Por su parte, los padres que mantienen la escuela tomada aseguraron que una comitiva se encuentra en el Polo de la Mujer para ser atendidos. Si bien La Voz no lo pudo confirmar, los padres aseguran que en esa reunión también se encontraría presente la dirección de la escuela.
El premio del viaje que se convirtió en una pesadilla
La comunidad de la escuela Recalde celebró la noticia el día que le dijeron que sus hijos iban a poder hacer un viaje de estudio. La escuela había salido sorteada para hacerlo. Todo era alegría y a medida que el 11 de julio se aproximaba en el calendario, la ansiedad de los niños era inocultable.
Es que la comunidad no hubiera podido enviar a sus hijos a un viaje de estudio. “No contamos con los medios económicos para hacerlo”, explicaron los vecinos.
Así que fue grande la alegría cuando les explicaron que “el colegio había salido sorteado para que todos los sexto grado hicieran un viaje a Río Tercero”.
A las 7 de la mañana partió un colectivo desde las puertas del colegio. Todo había sido asentado a través de la inspección de la zona, según confirmaron fuentes policiales a este medio.
Y al cabo de unas horas llegó la primera mala noticia: el colectivo estaba varado al costado de la ruta porque había sufrido un desperfecto. No importaba, porque se pudo arreglar y todo siguió adelante.
Al llegar al hotel donde los niños debían de hospedarse, se encontraron con que ese día no iba a haber desayuno. El hambre se aguantó hasta la próxima comida. Aunque acaecida la noche, tampoco había agua caliente y el contingente de 45 estudiantes debió bañarse con agua fría, según relató el grupo de madres que mantiene el colegio tomado.
Esa misma noche –siempre de acuerdo al relato de los padres– una niña vio que su compañera se demoraba en el baño. Le preguntó qué pasaba pero no recibió respuesta. Sólo que la estudiante fue hasta su dormitorio a llorar.
“Allí pudo decir que habían abusado de ella. Las chicas sintieron miedo y no supieron qué hacer. De hecho, todo saltó recién a la vuelta, pero no sabemos si fue un sólo hecho o qué ocurrió”, dijo una mamá que participaba de la toma de la escuela.
Los padres ahora sienten furia. Consideran que el viaje se realizó con una gran improvisación. Incluso, hablan hasta de desprecio hacia la comunidad, el cual rechazan rotundamente.
Por su parte, el Comisario Víctor Di Stefano confirmó a este medio la información. “Tuvimos un problema en la escuela Recalde, ya que allí se encuentran los papás pidiendo respuestas a la Justicia. En julio desde esta escuela se hizo una excursión coordinada con personal de inspección, se hizo un viaje a Embalse de Río Tercero. Por los dichos de una mamá, 15 o 20 días después una menor acusó que fue víctima de un abuso”, detalló el responsable de la seguridad de la zona norte de la ciudad..
A su vez, también corroboró que el Polo de la Mujer tomó intervenciones en el caso. “El hecho habría sido perpetrado por un coordinador de viaje. La causa está abierta y en el Polo (de la Mujer) se receptó la denuncia policial y se giraron las actuaciones a Río Tercero”, agregó Di Stefano.
