La conciliación obligatoria que decretó el Ministerio de Trabajo de la Nación suspendió el paro que se había lanzado para este miércoles en el transporte interurbano de Córdoba. Sin embargo, las causas de la medida de fuerza siguen latentes y sin solución a la vista.
Los choferes de la Asociación Obrera de la Industria del Transporte Automotor (Aoita) habían decretado el paro ante la ausencia de una oferta salarial en la mesa paritaria que comparten junto a las entidades empresarias Asetac y Fetap.
El último acuerdo venció el 31 de julio, fue semestral y significó un incremento del 33 por ciento para los trabajadores. A mediados de ese mes, Aoita pidió la reapertura anticipada y Trabajo de la Nación lo aceptó.
“Desde entonces, hubo cuatro audiencias y no hemos tenido ninguna oferta”, afirmó el secretario adjunto de Aoita, Claudio Luna.
El sindicato tampoco arriesga ningún pedido. Aduce que no hay aún parámetros como para plantear un porcentaje que implique, al menos, acompañar la inflación que se espera para el próximo semestre y, de paso, recuperar algunos puntos más.
Del lado empresario, consideran que el paro fue prematuro. Aunque reconocen que no presentaron ninguna oferta porque aseguran que no tienen fondos para afrontarla.
En ese sentido, le tiraron la pelota al Gobierno provincial. Es que la mesa tarifaria del Ersep había arrojado un incremento de más del 40 por ciento, pero se aplicó solamente el 25 por ciento. “Y eso que el cálculo está sobre la base de un gasoil a 100 pesos, no a 180 pesos como lo estamos pagando”, sostuvo una fuente empresaria.
No obstante, tienen expectativas en que la Provincia otorgue un nuevo incremento que permitiría -siempre según las empresas- realizar una oferta salarial. En esa línea, las empresas reconocen que los sueldos quedaron atrasados.
Capítulo aparte es el de los subsidios. Las entidades empresarias se quejan de la imprevisibilidad que reina entre los aportes nacionales ante la falta de un presupuesto que los avale.
Más en este momento, cuando no se sabe qué pasará con los aportes tras los cambios en el Ministerio de Economía.
Por otra parte, el paro también tomó por sorpresa a las autoridades provinciales. Si bien no participan de la mesa paritaria, son un actor de peso no solo porque definen la tarifa, sino que aportan subsidios que fueron actualizados de manera importante este año.
No obstante, creen que el gremio se apresuró a “quemar la conciliación”: obligó a las autoridades nacionales a utilizar esa herramienta cuando pasó apenas una semana de vencido el anterior acuerdo. Ahora, hay un paréntesis de 20 días (15 días más la prórroga de cinco), en los cuales el servicio estará garantizado.
Pero si no se empieza a mover la negociación, septiembre será un mes conflictivo para los miles de usuarios que todos los días utilizan los ómnibus interurbanos para movilizarse.
