Tras el abuso sexual que sufrió una joven estudiante de 17 años por un delincuente que la sorprendió en su departamento de barrio Güemes, a pocas cuadras del Centro de la ciudad de Córdoba, crece la preocupación de los vecinos por los robos y el “pipazo”.
El impacto del hecho, por el que la Justicia detuvo a un hombre de 32 años, que se encuentra en la cárcel de Bouwer, y está imputado por abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de arma de fuego, robo calificado y violación de domicilio, dejó a los habitantes del sector consternados.
Y el temor por los delitos, persiste, y se mantienen en alerta, incluso por parte de los mismos estudiantes que viven en la zona. Y por eso el lunes salieron a la calle a pedir mayor presencia policial, algo que se notó el martes con la presencia de los móviles policiales.
Lautaro Celayes, presidente del centro vecinal del barrio, contó a La Voz que se reunió con las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Provincia, quienes se comprometieron a patrullar las calles durante las 24 horas, principalmente en las zonas consideradas “rojas” como avenida Pueyrredón y bulevar San Juan, Pasaje Turrado Juárez, avenida Vélez Sársfield y la Cañada, la plaza de las Américas, Villa Richardson y el ex Pocito.
En el encuentro se dialogó también sobre la habilitación del paseo Güemes –la ex cárcel de Encausados– que es usado por los vecinos como un lugar de esparcimiento.
Venta de drogas
El pedido más acuciante por parte de los habitantes es llevar a cabo un trabajo integral sobre, lo que plantean, otra problemática: la venta y el consumo de drogas.
Los moradores de este barrio turístico y es conocido por sus ferias, comercios de artesanos y un polo gastronómico, se mostraron preocupados por el deambular de personas convertidas en “zombies”, según aseguran, como consecuencia del consumo de drogas.
“Es nuestra mayor preocupación. Hay 20 bocas de expendios de drogas y, si no se aborda desde diferentes perspectivas, no se va a solucionar. Hay tres generaciones de personas que viven en la indigencia”, afirmó Celayes. El dirigente fue más allá: “Solucionar esto solo con policías en las calles es como pretender solucionar una infección con paracetamol”.
“Como centro vecinal estamos a la espera para que las promesas se cumplan. Sería muy productivo que así sea”, sostuvo.
Drogas e inseguridad
En el barrio hay serios problemas de seguridad como arrebatos, robos y asaltos con violencia.
De todos modos, Celayes indicó que una principal problemática del barrio es social, económica, y estructural. “Hoy, se cuela el narco”, sumó.
En ese marco, el consumo de drogas, como el “pipazo”, el residuo que queda de la pasta base de la cocaína, está presente en la zona desde hace 10 años. Este tipo de consumo avanzó como “una mancha de aceite”.
En rigor de verdad, el consumo del “pipazo” se extiende en varios barrios de la Capital cordobesa, como Yapeyú, San Vicente, Maldonado, San Martín, entre otros. Se trata de una droga barata y de rápida acción. Muchos de sus consumidores son personas que se ven obligadas a conseguir dinero como sea para comprar las dosis. Incluso, robando.
“Mientras no se aborde el tema de manera integral con la Justicia, con el Ministerio de Salud, Desarrollo Social, entre otros, la delincuencia germinará cada vez más y no se podrá encontrar una solución. Solo quedará en discurso”, subrayó.
Además, expresó, Güemes tiene dos escenarios: representa un polo productivo importante de Córdoba y por otro lado, hay personas en situación de vulnerabilidad.
Manifestó hay grandes inversiones inmobiliarias y, en paralelo, hay una gran cantidad de personas vulnerables. “Es una realidad antagónica”, acotó.
En junio de 2024, el centro vecinal hizo un relevamiento y contó que en la zona dormían al menos 50 personas.
“Ellos terminan viviendo en esos lugares porque ahí rescatan la comida de los restaurantes de la zona, duermen en el Paseo de las Artes y a pocas cuadras tienen las bocas de expendio de drogas”, reveló.
Celayes narró que hace 13 años que vive en el barrio, siete años antes era un lugar donde la mayoría de los habitantes eran personas mayores, que paseaban y estaban sentadas en las veredas, hoy viven enrejadas las 24 horas. “En gran medida tiene que ver con el avance del narcotráfico”, expuso.
Armarán una mesa de trabajo interdisciplinaria
Natalia Quiñónez, secretaria del Sistema integrado del Ministerio de Seguridad de la Provincia, indicó que se armará una mesa de trabajo para tratar las problemáticas del barrio y que se invitará a participar a representantes de otros ministerios y de la Municipalidad de Córdoba.
“Como ministerio (de Seguridad) tenemos en claro que en la zona, sobre todo en Villa Richardson la situación es compleja por los hechos de inseguridad. Incluso se hicieron allanamientos y se trabaja con intervenciones en la zona”, señaló.
Refirió que el problema de la seguridad está vinculado a la rotura del tejido social. “Por ejemplo, en los últimos que hicimos encontramos pipazo en pañales de bebés”, sostuvo.
La funcionaria remarcó el compromiso desde el ministerio para reforzar el patrullaje preventivo en la zona, algo que ya comenzó.