Las principales localidades turísticas de la provincia que cuentan con ríos y espejos de agua recibirán desde las próximas semanas un aluvión de turistas para disfrutar de la temporada estival.
Si bien existe un grupo de bañistas que tienen una mayor percepción del riesgo y ejercen un autocuidado, otras personas que disfrutan del agua no conocen las condiciones físicas del entorno, ni de distancias, y confunden saber flotar con nadar.
El verano pasado 18 personas murieron por ahogamientos en ríos y lagos de Córdoba y otros tantos en piletas. Además hubo decenas de lesionados y cientos de rescates en los balnearios. La cifra marcó un récord.
El enorme capital paisajístico y de recursos hídricos, que la Provincia y los municipios promocionan en las campañas publicitarias, supone también riesgos si no se ejerce una tarea integral de prevención, promoción y respuesta en las riberas.
Al turista le corresponde tomar todas las medidas necesarias para evitar accidentes pero en paralelo el Estado debe proporcionarle un espacio seguro de recreación y ante una eventualidad tener la capacidad de resolución. Hay un límite: son decenas de miles de kilómetros de costas de ríos y lagos en todo el mapa.
Si bien la Provincia realiza su aporte de fuerzas de seguridad en el marco del Operativo Verano, la tarea de control específica en la costa de ríos y lagos es jurisdicción de los municipios. Son sus cuerpos de guardavidas, defensa civil y seguridad urbana quienes deberían acudir en los primeros minutos ante un siniestro, al menos en los lugares más concurridos.
Córdoba sancionó en 2001 la ley 8939 que regula la actividad de los guardavidas, pero nunca fue reglamentada. La norma obliga a los responsables de los espacios públicos y privados a implementar un servicio de guardavidas, dotarlo de la indumentaria y de los elementos de seguridad necesarios para el debido cumplimiento de su función, la colocación de cartelería con horario, zonas asignadas, potenciales peligros del lugar, condiciones diarias de seguridad y teléfono de servicio de urgencias médicas más cercano.
En las últimas décadas existieron varios intentos por actualizar el marco normativo en la Unicameral pero todos resultaron infructuosos. Este año solo se avanzó en la seguridad de embarcaciones náuticas.
En la práctica, al no profundizarse el debate de la importancia de una autoridad de aplicación que controle que cada municipio cumpla con un plan de seguridad para no confrontar con sus autonomías, algunos lo llevan a cabo y otros no.
Más personal y control
En Mina Clavero, por ejemplo, la experiencia de años anteriores provocó una ampliación de la cantidad de guardavidas y los horarios. A días de asumir la nueva gestión ocurrieron varios hechos lamentables. “Antes comenzaban a trabajar de lleno en la mayoría de los lugares recién el 2 de enero. En otros había servicios mínimos en horarios reducidos desde mediados de diciembre”, explicó el secretario de Seguridad, Jorge Cáceres.
Desde esa municipalidad informaron que este verano habrá guardavidas en todos los balnearios y ollas a lo largo del río Mina Clavero y Panaholma dentro de la jurisdicción.
Además el gobierno local avanzó en el control de los paradores que tienen el usufructo en muchos casos de ollas y balnearios sobre el rio a través de una nueva ordenanza. “Se trabajo mucho para poner a punto estos lugares, con exigencias de guardavidas, cartelería de información, servicios, primeros auxilios, acondicionamiento para ingreso de servicio de emergencia al río, entre otros requisitos", sostuvo el funcionario.
El Cuerpo de Guardavidas de Villa Carlos Paz tiene una larga historia de trabajo en los balnearios de esa ciudad. Básicamente, actúa en las playas más concurridas del río San Antonio y del arroyo Los Chorrillos y no tiene injerencia en el lago San Roque, donde está prohibido el baño por su grado de contaminación.
Trabajarán de 10 a 20 toda la semana desde el 15 de diciembre en El Fantasio, El Diquecito, Playas de Oro, Sol y Río y Las Ensenadas. “Afortunadamente no hemos tenido que lamentar más que algunas lesiones. El guardavida es un agente de seguridad en la temporada y se complementa con la tarea de defensa civil y seguridad urbana“, sostuvo la secretaria de Seguridad, Lorena Leguizamón.
“Sí notamos mayor conciencia de los administradores de los hoteles en pedir todos los requisitos al momento de contratar un guardavida para la pileta”, sumó.
Servicio tarifado
Anisacate tendrá guardavidas por primera vez como parte de un servicio tarifado a turistas. Estarán presentes en las bajadas al río Santa Teresa-Puente ruta 5 y El Descanso. En el resto habrá cartelería indicativa.
Además desde el ejecutivo local adhirieron a la ley nacional 27.155 que plantea una estructura para proyectar un trabajo a largo plazo en la localidad.
Qué pasará en otros balnearios
Capilla del Monte también avanzó con una ordenanza de adhesión a la ley nacional que regula su profesión, le da reconocimiento y delimita sus funciones y responsabilidades. Además establece las obligaciones de organismos públicos y privados en relación con los guardavidas. Solo tendrá personal en el balneario municipal. Sin embargo se comprometió a colocar cartelería preventiva y elementos de rescate para turistas en el Perilago, Ollas de la Toma, Tapera de Muiño y Águila Blanca.
Embalse dotará de guardavidas las playas Maldonado, El Ceibo, La Bomba, Solari y “del 3″. Esta última desde enero. Además aseguran que ubicarán carteles preventivos, dictarán charlas y harán revisión y simulación de emergencias. “Pedimos que las actividades se hagan de modo responsable, respetando las indicaciones de los guardavidas y las normas establecidas”, comunicaron desde la municipalidad.
“En San Marcos Sierras buscamos optimizar los recursos para poder brindar la mayor seguridad posible a los vecinos y turistas", sostuvo la secretaria de gobierno Ivana Jaime. Conscientes que la población se triplica en la temporada estival prevén una articulación entre defensa civil, turismo, guardia urbana y policía para atender a la demanda. Específicamente en el río habrá personal guardavida en el Quilpo.
En La Calera el sistema de seguridad en Laguna Azul incluirá la presencia de dos guardavidas todos los días de 10 a 19 y refuerzos desde el jueves. Habrá señalización de sectores autorizados para actividades acuáticas y un islote para acortar las distancias de rescate.