La Justicia Federal de Córdoba elevó a juicio una causa de trata de personas que tiene como acusado a un exfuncionario judicial, Eduardo Zanello. Así lo dispuso el Tribunal Oral Federal 1 luego de la instrucción del fiscal Carlos Casas Nóblega. Se fijó fecha para la primera audiencia para el 6 de octubre.
En la misma causa, conocida como “Nora” ya fue condenado otro exfuncionario judicial, Eduardo Garzuzi, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravado por abuso de una situación de vulnerabilidad. Lo que se trata de dilucidar en esta nueva etapa es si Zanello ofició de “entregador” de la joven que en ese entonces era menor de edad para luego dejarla al sometimiento de Garzuzi.
Zanello es abogado, jubilado del Poder Judicial y se desempeñó como secretario de un tribunal penal. En su caso, la imputación se agrava por la edad de la joven al momento, cuando tenía menos de 18 años.
La hipótesis es que Zanello, que era su vecino, se habría aprovechado del problema de adicciones que tenía la joven para ofrecerle más drogas e invitarla a fiestas sexuales. En una de esas fiestas la joven conoció a Garzuzi quien le pidió su número de teléfono y luego en forma insistente la convenció para ir un fin de semana a Carlos Paz con la promesa de acceder al consumo de distintas sustancias.
En las cuatro audiencias previstas para todo octubre declararán testigos y profesionales que intervinieron en la causa.
Condena a Garzuzi
Garzuzi fue condenado a siete años de prisión aunque la fiscalía había pedido 10 años.
La jueza entendió que quedaron comprobados dos de los tres pasos característicos de la trata de personas: la captación y el acogimiento pero no así el tercero que refiere a la explotación sexual ajena, por flata de pruebas. También la jueza del Tribunal Oral 1 reconoció que no fue un caso más de violencia de género, sino que respondieron específicamente al delito de trata de personas y a las nuevas formas de ejercerlo.
El fiscal Casa Nóblega recurrió el fallo este lunes solicitando a la Casación que se fije nueva pena oir “arbitraria”.
La causa marca un antes y después en la justicia ya que se comprobó que Garzuzi, que tenía un vínculo con la joven similar a una pareja pareja, la tenía cautiva y la ofrecía a cambio de drogas, haciéndola participar de fiestas sexuales con este fin. Quedó demostrado que no se trataba sólo de un hecho de violencia de género.
El hecho
La madre de la víctima hizo una denuncia en junio de 2020 por búsqueda de paradero, solicitando al mismo tiempo una valoración para una posible internación psiquiátrica involuntaria, ya que la joven tenía problemas de consumo de drogas.
“Nora” fue rescatada el 5 de junio de 2020, tras lo cual se sumó una denuncia contra Garzuzi por el presunto delito de trata. En una reunión con otro exfuncionario, Eduardo Zanello, en noviembre de 2019, Garzuzi habría obtenido el número de celular de la mujer.
A partir de allí, Garzuzi habría montado una estrategia de captación durante más de un mes, enviándole a la mujer mensajes y fotos, y realizándole ofrecimientos de drogas y alcohol. Esto logró comprobarse a través del celular que utilizaba la joven, por las declaraciones de su hermana y otros testimonios clave en la causa.
Según consta en la investigación, Garzuzi le pidió a la joven que se encontraran, aunque ella intentó evitarlo de diversas maneras. No obstante, el hombre continuó insistiendo hasta que, en diciembre de 2019, la mujer accedió a pasar con él un fin de semana en un hotel de Carlos Paz.
Con el paso de los meses, la joven se fue a vivir con él y allí la manipulación y el control fue mayor: no la dejaba salir de la casa en ciertas ocasiones, la golpeaba y la manipulaba psicológicamente.
