Con la llegada de la temporada estival, muchas personas se ven afectadas por las estafas inmobiliarias. Las zonas más propensas a este tipo de delitos son las turísticas. Ante esta situación, se recomienda realizar la denuncia y validar la existencia de la propiedad y del arrendatario.
Es común acondicionar una habitación o un departamento en el fondo de una vivienda y alquilarlos temporalmente para hacer una diferencia económica en fechas festivas y vacacionales.
Y en medio de este fenómeno, aparecen las estafas. La mayoría se vale de las redes sociales o de las aplicaciones. Son efectuadas por individuos que no están habilitados para ejercer tareas inmobiliarias, lo que deja a todas las operaciones fuera del marco legal.
“Los únicos que están autorizados con matrícula para alquilar o vender una propiedad son los corredores inmobiliarios. Es aconsejable realizarlo con un profesional porque se garantiza un respaldo de una institución que los tiene identificados. Se minimizan las probabilidades de estafas o de problemas porque se los puede juzgar mediante el tribunal de disciplina”, explicó Alejandro Hadrowa, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios.
Las estafas son un tipo de defraudación o engaño, considerados como un delito, que pueden generar serios perjuicios. Hay distintos tipos de estafas y de penas para quienes las realizan. Genéricamente se puede estafar con muchos objetos, incluidos los inmuebles y las distintas tareas inmobiliarias.
Así fue el caso de Victoria, quien reservó una casa para Navidad a través del sitio web de Facebook “Marketplace”. Luego de abonar los 50 mil pesos, la mitad del alquiler, el arrendatario (sin matrícula) canceló la operación por problemas de tuberías y no devolvió el dinero. La damnificada realizó la denuncia, que se encuentra en investigación en la Fiscalía del Distrito 1, Turno 5.
En tanto, para evitar este tipo de engaños, antes de alquilar es preciso revisar algunos consejos brindados por el Gobierno de Córdoba y por el Colegio de Corredores Inmobiliarios.
Primero es conveniente validar la propiedad, saber que existe. Lo ideal es hacerlo presencialmente, pero se puede chequear desde Google Maps con la dirección del inmueble. O que el dueño figure inscripto en los registros de la Secretaría de Turismo de Córdoba de la localidad que se desea visitar.
“Tenemos que constatar quién es el dueño de esa propiedad mediante fotos e impuestos donde figure su nombre. Si es un profesional, solicitar y chequear su matrícula. Se deben controlar las redes sociales del arrendatario, que el nombre del usuario sea igual al que estamos contactando, ver a qué se dedica, cuántos seguidores tiene y demás”, explicó Hardrowa.
Es fundamental revisar el portal donde se vio el inmueble, que este no sea reciente. Revisar las publicaciones, los comentarios de otros usuarios y sus calificaciones al perfil del arrendatario.
Antes de realizar una transferencia, es indicado que revisemos el nombre y apellido de la persona, que estos coincidan con los datos del impuesto que se solicitó incialmente. ”Es recomendable que se realicen los pagos mediante bancos, ya que es un respaldo más seguro y es más fácil rastrear al dueño de la cuenta”, agregó el inmobiliario.
Lo ideal es contratar servicios por escrito. Si es telefónicamente o por internet, solicitar número de gestión, datos de la persona que atiende y domicilio físico de la empresa o del titular de la propiedad. Además, exigir ticket o factura como comprobante.
Recomendaciones legales
Siempre se debe realizar la denuncia ante la Justicia para que el damnificado sea reparado y pueda exigir la devolución de los montos. Si son muchos, es conveniente efectuar la acusación en grupo para que la causa obtenga más relevancia.
Rubén Sánchez Quinteros, abogado especialista en lo penal económico, indicó: “En este tipo de fraudes siempre suele haber por atrás una organización destinada a delinquir, suelen ser dos o más las personas detrás de estos hechos”.
Además, el abogado remarcó que es imprescindible juntar toda la información disponible a la hora de denunciar: “Hay que aportar todos los datos del estafador, chats de cualquier red social, fotos enviadas, direcciones de mail y recibos. Hoy todo es rastreable, es importante averiguar el IP de la computadora adonde se enviaban los mensajes o bien el número de teléfono”.
¿Qué medidas implementa el Gobierno de Córdoba?
En tanto, desde la Provincia se está trabajando desde el programa Turista Protegido para cuidar los derechos de los usuarios y consumidores de los fraudes en contrataciones de bienes y servicios.
Daniel Mousist, director general de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial del Ministerio de Industria, Comercio y Minería, dijo: “Nuestra herramienta más importante es la prevención. No recomendamos alquilar por internet. Sólo recibimos que se puede reclamar a Defensa del Consumidor si el proveedor del alquiler está habilitado o es habitual. En caso contrario, es muy difícil que el consumidor sea reparado”.
La iniciativa cuenta con oficinas móviles que recorren los puntos turísticos a fin de asesorar e informar a los turistas sobre los riesgos de algunas contrataciones, y controlar la conducta de los proveedores de bienes y servicios, para que se ajusten a la legislación.
Por información o denuncias, comunicarse con la Dirección General de Defensa del Consumidor al 0800-444-5698.
Cuáles son las técnicas más comunes
Es frecuente que el ofrecimiento de alquileres se haga por redes sociales y con precios mucho más bajos que otros inmuebles de la zona. Los estafadores suelen presionar a los clientes para que les transfieran la mitad o más del monto establecido por la estadía completa.
“No verificamos la casa con videollamada. Me apuró para que le transfiriera porque ya tenía otros clientes interesados; en el apuro le di el dinero. Luego no me devolvió la plata tras cancelarse la operación. Al investigar, vimos en internet que había más personas estafadas con alquileres y objetos de pádel “, explicó Victoria.
En este caso, la transacción se realizó mediante una billetera virtual; el nombre de quien administraba el inmueble coincidía con el de sus redes sociales. Después de las transacciones, el arrendatario dejó de comunicarse con los inquilinos.
Paula, otra damnificada por el mismo estafador que Victoria y con una propiedad en la misma ciudad, dijo: “Me informó que vivía en Córdoba y lo verifiqué con el Cuil; al principio todos los datos coincidían, parecían verídicos. Luego de abonar 20 mil pesos a través de una billetera virtual y de pasar el comprobante, me dijo que no se le había acreditado el dinero. Después, no me volvió a contestar los mensajes”.
En este último caso, no se realizó la denuncia ante la Justicia porque el supuesto arrendatario devolvió el dinero tras semanas de insistencia y reclamo.