Caminar es una de las formas más populares y accesibles de hacer ejercicio, pero la pregunta sobre cuántos pasos hay que dar al día para mantenerse saludable sigue siendo un tema de debate.
Un estudio reciente de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP) revela que un 65,7% de los consultados prefiere caminar como ejercicio semanal. Sin embargo, muchos se preguntan si hay una cifra mágica de pasos que garantice los máximos beneficios para la salud cardiovascular.
La importancia de caminar y mantenerse activo
Óscar Boggio, vocero de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS), subraya que lo más importante no es la cantidad exacta de pasos, sino el hábito de mantenerse activo y evitar el sedentarismo.
Caminar, como forma de actividad física, es crucial para la salud cardiovascular, pero también para mejorar la flexibilidad, la salud mental y la estabilidad física.
Aunque los 10.000 pasos diarios son una cifra ampliamente recomendada, Boggio aclara que esta cifra no tiene base científica. Originalmente, los 10.000 pasos provienen de una campaña de marketing de la década del ´60 del siglo pasado en Japón, cuando se introdujo el primer podómetro.
A pesar de que caminar es fundamental para la salud, el número exacto de pasos no es el factor decisivo.
Caminar según las propias capacidades: lo importante es no parar
El verdadero enfoque, según el experto, es que cada persona camine según sus capacidades físicas. Caminar a paso ligero puede ser más beneficioso para activar la circulación y mejorar el sistema cardiovascular, pero no es necesario obsesionarse con los números.
Lo esencial es mantenerse activo y hacer del caminar una rutina diaria, adaptada a las posibilidades de cada persona.
De todos modos, el especialista advierte que el caminar por sí solo no es suficiente para perder peso o mejorar la salud cardiovascular. Es importante acompañar esta práctica con una alimentación saludable, evitar el consumo de alcohol y tabaco y reducir el tiempo sedentario. Además, el caminar puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la demencia, y mejorar el bienestar general.
El médico recomienda no obsesionarse con el número de pasos que se dan al día. Lo más importante es mantener una vida activa, caminar siempre que se pueda y combinar esta práctica con una alimentación equilibrada y la reducción del sedentarismo. Así se mejora la salud cardiovascular y general sin complicarse con métricas exactas.
“Mantente activo, sin contar pasos, pesos o pisos. Sólo andar”, finaliza.