El pasado miércoles vecinos del barrio SEP de la ciudad de Córdoba sufrieron un devastador incendio que resultó en múltiples pérdidas para los residentes.
Todo comenzó alrededor de las tres de la madrugada cuando todos despertaron sobresaltados producto de una conjunto de explosiones en la zona de las cocheras de un conjunto de casas.
El fuego habría iniciado por un grupo de personas que se encontraban quemando cables para obtener el cobre. Las maniobras habrían sido cerca de un pino que ardió y provocó el incendio de todas las cocheras aledañas. Las explosiones se sucedieron en serie a medida que los autos y gomas se quemaban.
“Nos despertamos con la explosión de los vidrios de la casa. Vimos el fuego del pino que se podía ver desde la Circunvalación y en la desesperación lo único que atiné hacer fue agarrar a mis hijas y sacarlas de ahí. No sabía si íbamos a tener lugar por dónde salir”, contó a La Voz Sofia Bustos, una de las víctimas del suceso.
Una vez que sus hijas estuvieron seguras en la casa de una amiga, la mujer volvió al lugar del incendio cuando ya había llegado personal de la Policía y Bomberos. Varios vecinos colaboraban para extinguir las llamas con baldes de agua, pero el foco ígneo permaneció activo hasta alrededor de las seis de la mañana.
Las mayores pérdidas ocurrieron en las cocheras, separadas por escasos metros de las viviendas. Estás últimas sufrieron principalmente la rotura de los vidrios y la quemadura de sus paredes traseras.
En una de las cocheras vivía Luis Gaván con su esposa, quienes afortunadamente no resultaron heridos. “Cuando empezó el incendio salimos lo más rápido que pudimos. No alcanzamos a salvar nada por la forma que entraban las llamas y vimos como se consumia todo”, relató el hombre.
Perder el medio de trabajo
Sofia vive con su familia en un primer piso sobre el taller mecánico de Marcelo Moya, su marido. En el momento del incendio eran seis personas en total las que salieron desesperadas corriendo de las llamas. “Estaba mis hijas, mi marido, su papá y yo. Mis hijas y yo no s fuimos pero ellos se quedaron a ver que podían salvar. Igual no quedó nada, se perdió todo”, se lamentó Sofía.
Según explicó la mujer, se trataba del único taller de la zona que realizaba mecánica de motos y arreglos de gomería por lo que Marcelo trabajaba casi todo el día. Por el fuego perdió todas las herramientas que utilizaba para su trabajo y por ende su medio de vida.
“En el taller estaba el auto de mi cuñado y una moto que tenia que arreglar que el cliente no tenia seguro. Mi marido perdió el compresor, las herramientas, las máquinas. Estamos sin nada. El único ingreso que hay ahora es lo que yo hago como empleada doméstica”, se lamentó.
La familia pudo volver a la casa hace dos días ya que el humo y el olor no les permitía quedarse en el lugar. Ahora intentan recuperar lo que quedó del espacio y limpiar la zona del hollín para empezar de nuevo.
“Una de mis hijas es asmática, pero estuvimos casi todos con dolor de cabeza y vómitos porque no se podía estar, era irrespirable. Recien ahora se esta yendo un poco el olor. Estamos limpiando, echando agua pero hay que sacar chapas que se cayeron. Estamos tratando de levantar el taller sacando lo que se quemó”, cerró.