Un gran parque de unas 16 hectáreas para uno de los sectores del Gran Córdoba que más creció en los últimos años. Y que además sea una verdadera fábrica de árboles autóctonos para recuperar la forestación en la provincia.
Así se puede sintetizar la tesis que realizaron Julieta Bustos y Melisa Magnani para terminar la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba. El trabajo se presentó en la cátedra 6D a cargo de Ana Etkin y Adolfo Mondejar, y fue dirigida por Manuel Alazraki y Jorge Taberna.
Las arquitectas seleccionaron un predio de 16 hectáreas ubicado en el margen sur de avenida Padre Luchesse, en Villa Allende, y muy cercano a la ciudad de Córdoba.
Valoraron su accesibilidad: “Ubicado en una avenida transitada en una zona cercana al centro de Villa Allende. Posee una gran superficie y un muy buen sistema de transporte público (urbano, interurbano, taxis). Su infraestructura es óptima, ya que cuenta con todos los servicios”.
Se trata de una parcela rural de propiedad privada, terreno inundable, ubicado en zona periurbana en vías de consolidación.
“El Parque Recreativo Nueva Allende surge como una propuesta para generar espacio verde público a través del cual se vinculen las preexistencias y se favorezca la cohesión social porque se ubica en una zona central de Villa Allende la cual ha quedado segregada física y socialmente debido al avance inmobiliario en sus alrededores”, describen las profesionales.
La tesis señala que el espacio está pensado para ser un gran pulmón verde inserto en un entorno urbano en crecimiento. “De ahí su nombre ‘Nueva Allende’ alusivo a esta zona en consolidación”, detalla.
El sitio está compuesto por praderas y masas de vegetación autóctona, “dotándolo con las cualidades paisajísticas de los bosques nativos”.
“Las zonas se disponen en relación con las preexistencias para vincularlas y albergan programas específicos. Están articuladas por sistemas de circulación, aptos para el tránsito de peatones y bicicletas”, detalla el trabajo.
Posee calles vehiculares, puentes peatonales, bicisendas, senderos secundarios y senderos principales.
Pero lo más novedoso es que una de las actividades más representativas de este parque es la producción de especies arbóreas nativas en invernadero para forestación y reforestación de diversos espacios verdes con el objetivo de aumentarlos y mejorar las condiciones de los existentes.
“Allí se producen las especies arbóreas desde su germinación en almácigo llegando al crecimiento necesario dependiendo de cada especie, hasta su posterior traslado para forestar y reforestar”, dicen las arquitectas
“Creemos que un parque de estas características inserto en un medio urbano, posibilita nuevas relaciones, mejora las condiciones ambientales, incrementa la calidad de vida de las personas y genera identidad”, dicen las arquitectas.
En el diseño paisajístico se utilizan todas especias autóctonas, en cuatro cotas distintas.
La cota de hasta tres metros apunta al uso de lagaña de perro, la de seis metros, molles, en los 12 metros, talas, chañares y horco quebrachos, y en la más alta, de 18 metros, sauces criollos, algarrobos blancos y quebrachos blancos.
