La comunidad de Villa Dolores se encuentra conmocionada por la trágica y repentina muerte de Alejandra Steinbach, una joven cordobesa de 29 años que falleció en Andorra durante la madrugada de este miércoles, entre las 3.30 y las 4 de la mañana.
Alejandra, quien había viajado al pequeño país europeo con su esposo, Matías Posse, para trabajar en la cocina de un hotel durante la temporada de verano, presuntamente sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba en brazos de su pareja.

A pesar de la rápida llegada de los servicios de emergencia y de una hora de reanimación cardiopulmonar (RCP), no lograron reanimarla. No tenía circulación ni latidos, y, cuando era trasladada al hospital, ya no había nada por hacer. La autopsia está programada para las próximas horas y se espera que arroje más claridad sobre la causa exacta de su deceso.
La noticia cayó como un mazazo para su familia y amigos. Alejandra, que había cumplido 29 años hacía poco y se había casado con Matías el 14 de febrero, no presentaba antecedentes médicos graves. Sin embargo, su hermana Karina, quien también se encuentra en Andorra haciendo temporada, recordó un episodio alarmante ocurrido casi un año atrás en Córdoba, donde Alejandra se había desmayado, se puso morada y tuvo dificultades para respirar, aunque después de eso no se le detectó nada grave.
Una familia desprotegida ante la tragedia
El principal obstáculo que enfrenta la familia Steinbach es el alto costo de la repatriación del cuerpo de Alejandra. La joven sólo llevaba dos meses en Europa y, aunque ya contaba con su tarjeta de residencia, un documento clave para trabajar legalmente, no llegó a completar el trámite para acceder a la seguridad social local (CAS) ni a registrarse en un centro médico.
Esta situación dejó a la familia completamente desprotegida económicamente. “No hay cobertura, no hay forma de recibir ayuda estatal. Todo corre por nuestra cuenta. El traslado del cuerpo, o incluso la cremación, cuesta muchísimo dinero. No tenemos forma de afrontar esto sin ayuda”, expresaron. Se estima que repatriar un cuerpo desde Europa puede superar los U$S 15 mil, una suma imposible para la familia, que además se encuentra lejos de su tierra y sin red de contención.
Campaña solidaria y apoyo comunitario
Ante esta desgarradora situación, la familia inició una campaña solidaria para reunir fondos y apelar a la solidaridad de la comunidad. “Lo único que queremos es poder despedir a Alejandra como corresponde, como ella merece”, señalaron. Para aquellos que deseen colaborar, se ha habilitado un alias de Mercado Pago a nombre de su hermana: KARINASTEINBACH.

Alejandra era muy querida en Villa Dolores, recordada por su sonrisa, por su compromiso con el trabajo y por su amor por la cocina. En redes sociales, familiares y amigos han compartido mensajes de despedida y de dolor. Desde Andorra, compatriotas que también se encuentran haciendo la temporada han comenzado a difundir la campaña solidaria entre la comunidad migrante, destacando la necesidad de unión cuando se está lejos de casa. Incluso, el bar en Villa Dolores donde Karina y Alejandra trabajaron juntas hizo duelo, cerró y donó U$S 1.000 para la causa.
Mientras esperan los resultados de la autopsia, la familia se enfrenta a decisiones difíciles, como repatriar el cuerpo, cremarlo en Andorra, afrontar los costos funerarios y hospitalarios, e incluso considerar regresar anticipadamente a la Argentina. “Estamos totalmente desbordados. No entendemos por qué pasó esto. Alejandra era joven, sana, feliz. Sólo queremos despedirla con amor y volver algún día a casa sabiendo que hicimos todo lo posible”, concluyó su hermana.