Una investigación relevó un problema estructural que condiciona el acceso, progreso y liderazgo de las mujeres en áreas estratégicas como la ciencia y la tecnología. El estudio fue presentado por la organización Última Milla, en alianza con la consultora Opinaia, durante el evento “Mujeres Líderes en Tecnología y Ciencia y Economía del Cuidado”, realizado el 3 de abril en Buenos Aires.
Se trata del primer relevamiento en Argentina que combina la percepción social con las experiencias reales de mujeres profesionales en estos sectores. El objetivo: comprender cómo impacta la distribución desigual de las tareas de cuidado en el desarrollo profesional femenino y proponer soluciones sistémicas que promuevan una mayor equidad.
Una doble vara
La investigación constó de dos etapas. La primera, desarrollada por Opinaia, relevó la percepción de 1.000 personas de todo el país sobre la equidad de género en ciencia y tecnología. La segunda, liderada por Última Milla, incluyó a 416 mujeres con trayectorias destacadas en estos campos, el 86% de ellas en puestos de liderazgo.
Los resultados muestran una brecha notoria entre la percepción social en general y la realidad vivida por las profesionales. El 63% del público general cree que hombres y mujeres tienen iguales oportunidades en carreras tecnológicas y científicas.
Para esas mujeres que trabajan en ese ámbito, el 68% considera que los varones gozan de mayores posibilidades de acceso.

En el mismo sentido, solo el 20% de la población general ve a las tareas de cuidado como una barrera en la carrera profesional de las mujeres. En cambio, 9 de cada 10 mujeres líderes encuestadas aseguran que estas responsabilidades impactan negativamente en su desarrollo laboral.
Cuidar y liderar: una ecuación desigual
El dato más revelador: el 81% de las mujeres con experiencia en cuidado afirmó haber visto afectada su carrera por estas tareas. Entre las principales consecuencias, mencionaron menor productividad (66%), postergación de ascensos (47%) y afectaciones a la salud mental (46%).
Algunos testimonios de las encuestadas fueron:
- “Tuve dificultades económicas asociadas a las tareas de cuidado. Como no estaba en un entorno empático, derivó en ansiedad, depresión y situaciones de violencia laboral.” (38 años, área de salud)
- “No bajé mi productividad, pero me afectó emocional y físicamente todo lo resignado para alcanzar los mismos resultados.” (38 años, emprendedora tecnológica)
- “Elegí no tener pareja ni hijos para priorizar mi carrera.” (38 años, especialista en tecnología)
¿Qué soluciones proponen?
Las propuestas también reflejan miradas divergentes. Para las mujeres líderes, la existencia de licencias que contemplen las tareas de cuidado es la medida más efectiva para reducir la desigualdad (72%), seguida de mayor visibilidad para las mujeres en estos sectores (44%) y licencias parentales equitativas (40%).
En cambio, el público general se inclina por capacitaciones continuas (59%) y políticas de igualdad salarial (53%), relegando las licencias de cuidado a apenas un 16%.
Datos que impulsan cambios
“El estudio demuestra que la percepción de la sociedad no siempre refleja la realidad de las mujeres en ciencia y tecnología”, señalaron Florencia Cayrol y Melina Masnatta, cofundadoras de Última Milla. “En un contexto de envejecimiento poblacional, baja natalidad y escasez de talento calificado, la economía del cuidado no puede seguir siendo invisible”, agregaron.
Según ONU Mujeres, las tareas de cuidado no remuneradas representan el 16,8% del PBI argentino y son realizadas mayoritariamente por mujeres, quienes dedican casi el doble de tiempo que los varones a este tipo de trabajo. En este escenario, comprender y atender estas desigualdades no es solo una cuestión de justicia social, sino también de desarrollo económico.

Última Milla es una organización que promueve el liderazgo de mujeres latinoamericanas en tecnología y ciencia que tienen responsabilidades de cuidado. A través de soluciones tecnológicas e investigaciones como este relevamiento, busca generar un impacto positivo en las economías locales y regionales.
La iniciativa cuenta con el respaldo de referentes como Laura Muchnik, Laura Fornasari, Ana Basco y Mayra Sciarrillo, y con el apoyo de organizaciones como Fundación Flor, Publicitarias, Voces Vitales, Media Chicas y el programa de género en ciencia de la provincia de Santa Fe, entre otras.