Las 55 universidades nacionales argentinas atraviesan por estos días una compleja situación de restricciones presupuestarias y, sobre todo, una marcada incertidumbre sobre la evolución de sus recursos para lo que resta del año.
La inquietud, en el marco de los ajustes aplicados desde el Gobierno nacional, generó que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que agrupa a las 55, resolviera una jornada de movilización para el 23 de abril, junto a otros sectores de la vida universitaria pública, para visibilizar la situación y el reclamo.
Sin ley de presupuesto nacional para 2024, el Gobierno nacional reconduce el mismo presupuesto de 2023. En el caso de las universidades, las mismas partidas anuales resultan insuficientes ante el impacto de la inflación acumulada. Dos aspectos impactan: los reclamos se acentúan entre docentes ante el retraso en la recomposición salarial y, a la vez, los gastos de funcionamiento han crecido por inflación y requieren partidas actualizadas.
En Córdoba, las tres universidades nacionales (Capital, Río Cuarto y Villa María) sienten el impacto y avizoran complicaciones para navegar en este contexto durante este año, mientras van ensayado sus propios ajustes y recortes.
La de Río Cuarto
En la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), con casi 20 mil alumnos, las facultades vienen ajustando gastos y reconduciendo partidas. La preocupación sobre lo que sigue se percibe en todos sus sectores, que anticipan que el funcionamiento general es “inviable” si se mantiene el congelamiento presupuestario.
En el último mes, la UNRC recibió una factura de luz por $ 33 millones, que implica un 200% de aumento. Se iniciaron gestiones ante la empresa provincial Epec en busca de una revisión o de un convenio por servicios a cuenta.
En tanto, a fines de febrero, la UNRC ya aumentó un 400% el precio del menú del comedor: estaba fuertemente subsidiado con el argumento de que el estudiantado pasa gran parte del día en el campus, que está lejos del centro de la ciudad. En alrededores de la UNRC aún se leen pintadas de protesta por esta suba, en especial de becarios que antes no pagaban por la comida. Hoy, para ellos el almuerzo sale $ 950 pesos; a los estudiantes en general les cuesta $ 1.350 pesos (el equivalente al costo de los insumos), y a los docentes y no docentes, $ 1.850.
En las últimas horas llegó a la UNRC la orden de pago del último refuerzo presupuestario prometido por el Gobierno: el aumento del 70% dispuesto para los gastos de funcionamiento de las universidades respecto de 2023 implicaría hoy el 5% del presupuesto total reconducido, según se estimó.
Se denunció además que el desfasaje salarial afecta ya la posibilidad de realizar tareas de investigación y de extensión.
La rectora Marisa Rovera participó (vía virtual) del último plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que convocó a la movilización conjunta del próximo 23 de abril, en defensa del sistema universitario público argentino. Hizo saber que ante el pedido hecho por autoridades de Educación de “austeridad en el escenario de crisis económica y social”, los rectores manifestaron que “no hay exceso de gasto” en las universidades sino “una diversidad de tareas que no se limitan solo a formar profesionales, si bien ésta es su columna vertebral”.
La de Villa María
En la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), con casi 12 mil alumnos, el recorte ya se siente: se ajustaron contrataciones de servicios, desalquilaron edificios, redujeron aportes para el comedor estudiantil y para becas, además de adoptar medidas para reducir consumos de luz y de gas, entre otras medidas.
La infraestructura, el personal y las actividades de la UNVM se expandieron en los últimos años, contando siempre con un flujo de recursos nacionales crecientes. Pero la no actualización plena del monto anual para funcionamiento los dejó en 2024 en una situación imposible de sostener sin aplicar recortes.
Los gastos de funcionamiento corriente mensuales oscilaban los $ 32 millones hasta diciembre pasado. Entre ellos se incluían facturas de energía eléctrica por siete millones y costos de servicios de limpieza por 8 millones. La energía pasó en febrero a costar $ 20 millones y el presupuesto por la limpieza escaló a 24 millones mensuales: sólo esos dos rubros demandan ahora $ 44 millones por mes, según reveló el rector Luis Negreti a la publicación Villa María Educativa.
Desde finales de 2023 comenzaron a tomarse medidas para reducir gastos. La “motosierra” universitaria pasó por el comedor, los viajes, el mantenimiento y los aportes a elencos artísticos y deportivos.
Ante la consulta de La Voz, se precisó que se redujo sustancialmente el aporte que realiza la universidad al funcionamiento del comedor, donde además, en comparación con el año pasado, cayó a la mitad el número de raciones que se sirven: de unas 900 por día en 2023 a entre 300 a 500 menúes diarios actualmente. Al mismo tiempo, en la actualidad cada comensal abona un precio ya sin subsidio, pagando $ 1.800 los estudiantes y $ 2.300 los docentes y no docentes por menú.
A la vez, las denominadas “Becas Comedor” que permiten cubrir un menú diario en el comedor universitario continúan pero el número de beneficiarios bajará este año.
Por otro lado, la UNVM cuenta con un sistema de becas propias, que sostiene pero con una reasignación: la cantidad se redujo a la mitad de beneficiarios y con un monto que se actualizó por debajo de la inflación.
La última factura de Epec, de $ 20 millones, fue abonada. Pero “no está garantizada la cobertura de la próxima”, dijeron fuentes del rectorado. Mientras se gestiona algún acuerdo con la empresa provincial de energía, se tomaron medidas para reducir el consumo.
A la vez, se desalquilaron edificios redistribuyendo áreas, se recortaron servicios como mantenimiento de espacios verdes, y se descontinuó el aporte para la Orquesta Sinfónica propia y para el club Universitario, que dependía de la UNVM y que milita en la Liga Villamariense de Fútbol. También se redujeron los viajes académicos.
Todo eso implicaría un ahorro de unos $ 10 millones por mes.
La UNVM aclaró que actualmente el gobierno nacional suspendió el envió de aportes para obras en construcción en su campus y en la sede descentralizada de Villa del Rosario, que tienen un avance de entre 70% y 90%. La finalización de esas obras permitiría desalquilar otros espacios.
El presupuesto 2023, formulado en octubre de 2022, fue reconducido sin actualización para 2024, y durante el primer trimestre de este año se ejecutó el mismo monto del año pasado, en un contexto totalmente distinto por efecto de la inflación.
La de Río Tercero, suspendida
A fines de 2023, el Congreso nacional aprobó la creación de la que sería la cuarta universidad nacional en Córdoba: la de Río Tercero.
Pero a poco de asumir, el nuevo gobierno nacional decidió suspender y revisar la puesta en marcha de esa casa de estudios, al igual que otras cuatro nuevas creadas en el país. Por ahora, la cuarta no funciona.
Al esquema de universidades nacionales se suman las facultades regionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), con sedes en Córdoba en Capital, San Francisco y Villa María, y que atraviesan similares situaciones.
