En un fallo que requirió la votación unánime de los doce miembros del jurado popular, y tras casi diez horas de deliberación a lo largo de dos días, se conoció el veredicto en el caso por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. El jurado encontró culpables a seis de los siete imputados, incluyendo a los tres integrantes de la familia Sena, y declaró la inocencia de una sola persona.
Las penas específicas para los condenados por encubrimiento se darán a conocer en el juicio de cesura, que se celebrará dentro de los 10 días hábiles. Sin embargo, para los miembros del clan Sena, la condena ya está definida.
Los responsables del crimen: prisión perpetua para el Clan Sena
El jurado popular dictaminó que los tres miembros de la familia Sena fueron responsables del femicidio de la joven, quien había desaparecido en junio de 2023 tras ingresar a la casa de sus suegros bajo la excusa de una mudanza a Ushuaia.
César Sena (21): el Autor del Femicidio Fue declarado culpable de manera unánime del delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género en carácter de autor”. César Sena, único hijo del matrimonio, había ingresado a la vivienda con Cecilia el 2 de junio de 2023 a las 9:14, y ella nunca salió. Para la fiscalía, él fue el autor material del crimen, el cual se habría cometido mediante una toma de ahorcamiento, ya que Sena era especialista en artes marciales mixtas. La única pena posible en su caso es la prisión perpetua.
Emerenciano Sena (61) y Marcela Acuña (53): Partícipes Primarios Los padres de César fueron declarados culpables de manera unánime por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género, en calidad de partícipes primarios”.
La Fiscalía sostuvo que su participación fue indispensable y esencial para que César cometiera el crimen. A pesar de que las defensas de Acuña y Emerenciano intentaron argumentar que sólo se enteraron del crimen luego de ocurrido (Acuña dijo haberse enterado cerca de las 16 al ver un bulto y Emerenciano dijo haberse enterado el día del allanamiento) y que sólo debían ser condenados por encubrimiento agravado, el jurado se inclinó por la versión de la fiscalía y las querellas. Por la calificación del crimen, ambos padres recibirán una condena de prisión perpetua.
Culpables de encubrimiento: tres colaboradores
Además de la familia principal, tres personas fueron encontradas culpables por su participación posterior al crimen, ayudando a desaparecer elementos inculpantes y el cuerpo de Cecilia.
Fabiana González (44) y Gustavo Obregón (38): Encubrimiento Agravado Ambos fueron declarados culpables de manera unánime de encubrimiento agravado por su participación después del crimen. Obregón es acusado de cargar el cuerpo de Cecilia, envuelto en una frazada, en la caja de la camioneta de César Sena alrededor de las 19:27 horas. Obregón admitió haber actuado porque César era su “jefe” y por el “agradecimiento y respeto” hacia los Sena.
González es acusada de haber limpiado áreas específicas de la casa y de colaborar en la incineración inicial del cuerpo en el campo “Rossi” en Puerto Tirol. Además, gestionó la donación y el traslado de una cama y un colchón (que contenían restos de sangre de Cecilia) para hacer desaparecer elementos inculpantes.
Gustavo Melgarejo (31): Encubrimiento Simple Declarado culpable de manera unánime de encubrimiento simple. Se le atribuye haber participado alimentando el fuego en el Campo Rossi la noche en que se quemó el cuerpo de Cecilia. El Equipo Fiscal argumentó que los restos óseos encontrados debieron estar expuestos al fuego activo por un mínimo de 3 horas y un máximo de 12 horas para alcanzar el nivel de calcinación y fragmentación observado.
La única declaración de inocencia
Griselda Reinoso (44): en Libertad Inmediata Griselda Reinoso, pareja de Melgarejo al momento del crimen, fue la única de las siete imputadas que fue declarada inocente. Su rol en el hecho siempre fue “algo más difuso”. Reinoso vivía con Melgarejo en el Campo Rossi.
Durante el juicio, su defensa logró probar que el día de la quema ella se había ido a comer un asado con unos vecinos, y que no se encontraron restos de hollín o quemazón en su ropa. La jueza Dolly Fernández habilitó que saliera en libertad inmediatamente tras el veredicto.






























