La Justicia provincial dictó su primer fallo en un caso de comercialización de aceite de cannabis medicinal en Córdoba. Fue este lunes, en los tribunales de Río Tercero, tras un juicio iniciado por la venta de ese producto a una mujer que denunció que le produjo un presunto daño a su salud. El fallo fue de condena, con penas de ejecución condicional, para una psicóloga y su expareja.
Por el tipo de pena, no tendrán que purgar cárcel. De todos modos, la defensa ya anticipó que apelará el fallo ante instancias superiores.
Hasta ahora, sólo había algunos antecedentes de juicios por similares causas, pero en la Justicia federal.
El juez de la Cámara en lo Criminal y Correccional de Río Tercero, Marcelo Ramognino, resolvió condenar a la psicóloga Milena Flavia Pozo y a Víctor Adrián Sandez como coautores del delito de comercialización de sustancias estupefacientes simple. En el caso de Pozo, en concurso real con el delito de ejercicio ilegal de la medicina.
A Sandez le impuso dos años y cuatro meses de prisión y a Pozo, la pena de tres años, ambos en forma de ejecución condicional, más las costas del proceso, y una multa de 100 mil pesos a cada uno.
A la vez, resolvió absolver a los otros dos imputados, Leandro Flores y Nora Almeida. La psicóloga Pozo quedó absuelta de un tercer delito que se le imputaba: lesiones leves.
En el fallo, Ramognino declaró la inconstitucionalidad (para este caso en concreto) del mínimo de la escala penal que fija la ley nacional de estupefacientes 23.737. Esa ley establece penas de cuatro a 15 años para ese delito, pero ya varios fallos judiciales han considerado “irracional y desproporcionado”, para ciertos casos, el mínimo de cuatro años.
A su vez, el juez ordenó “remitir los antecedentes a la fiscalía de Instrucción, por la posible comisión de un delito perseguible de oficio por parte de Pozo, en contra de las obras sociales que hubieren sido perjudicadas con maniobras estafatorias”.
El debate
Los fundamentos del fallo se conocerán el 4 de mayo.
La acusación inicial contra los cuatro imputados fue por comercialización de estupefacientes agravada por intervención de tres o más personas. Pero el fallo concluye que sólo encontró pruebas para condenar por eso a dos de los cuatro acusados.
“Este juicio no fue en contra de las bondades medicinales o terapéuticas del aceite de cannabis medicinal, sino que trató sobre la conducta de los condenados”, señaló Ramognino a La Voz, dejando traslucir que lo que su fallo cuestiona es la manera en que se habría vendido. “Es un fallo ajustado a derecho, no emitiré opinión sobre los casos federales, que habrán tenido otras causas para resolverlas de esa manera (absolutorias)”, acotó el juez.
Por su parte, el abogado querellante Yamil Mengo dijo que la familia está conforme con el fallo. La causa se inició en 2017 por la denuncia de una mujer de Río Tercero que dijo haber padecido problemas de salud tras usar el aceite que le vendió Pozo.
El fiscal de Cámara, Gustavo Martin, había pedido para la psicóloga Pozo seis años de prisión; para Sandez (expareja de Pozo) y la terapeuta floral Almeida solicitó cuatro años y seis meses, y para Flores (pareja de Almeida), cuatro años de prisión.
Tras el fallo, el fiscal dijo que esperará conocer los fundamentos para resolver si lo casará o no ante una instancia superior, para reclamar mayores penas.
“No estamos analizando si el aceite es bueno o es malo, sino si la actividad comercial llevada adelante por los imputados es o no comercio de estupefacientes”, acotó el fiscal en su alegato. “No cualquiera puede prescribir medicamentos”, sostuvo.
En contrapartida, la defensa ya anticipó que apelará el fallo. En su alegato, la abogada Nadia Podsiadlo había solicitado la absolución de todos los imputados por estado de duda insuperable, respecto de las lesiones a la paciente, y a la ausencia de elementos probatorios para incriminarlos. A la vez, insistió en los seis fallos en la Justicia federal existentes en el país en los últimos años por venta de cannabis medicinal, y en ninguno hubo condena por ejercicio ilegal de la medicina.
“Ni Pozo ni Almeida prescribían ni recetaban porque no es un medicamento; es un preparado artesanal”, apuntó la abogada. “Y antes de 2021 no hacía falta ser médico o médica para acompañar terapia cannábica”, apuntó Podsiadlo.
Desde 2021, una nueva ley exige ese requisito.
El caso se inició por la denuncia de una mujer que padece fibromialgia. Había comenzado a ingerir gotas de aceite de cannabis que -dijo- le vendió Pozo en su consultorio. A los pocos días, sufrió una serie de malestares, y la médica que la atendió se las adjudicó al aceite.
La defensa propuso el testimonio de dos médicos. Ambos establecieron que para suministrarlo debe ser tratado “seria y profesionalmente” el caso, saber cuáles son las patologías de base del paciente, la medicación que viene tomando y su combinación con los cannabinoides. Y luego -marcaron-, monitorear al paciente para observar cómo reacciona.
Desde 2021, para que sea legal el suministro, deben estar inscriptos, tanto el médico como el paciente, en el Reprocann (el registro nacional de programa de cannabis).
* Corresponsalía Río Tercero
